El Barça le lanza el guante a Maljkovic
El Panathinaikos, fuera de forma, sólo insinuó su enorme potencial
El campeón moral le lanzó el guante al campeón real. Un buen inicio para una Liga Europea excitante en un partido que no podía reunir mayores ingredientes con antagonistas eternos como Maljkovic y Aíto, y nuevos como Ferran vestido con la camiseta verde del equipo de Atenas. El Barcelona le pasó la mano por la cara a un desconocido Panathinaikos. Repleto de nuevos jugadores, alguno como el NBA Salley recién llegado de América, el campeón de Europa nada tuvo que ver con el equipo que fue ni con el que su lujoso potencial promete. El Barcelona, muy motivado por el expolio de la final de París, fue superior en todas las líneas.El partido escenificó al pie de la letra la tensión ambiental. Los jugadores resbalaban, se desbocaban -Rivas, Fetisov y Ferran sumaron tres faltas antes de doce minutos-, se aplicaban en alardes insospechados y se daban algún estacazo de más. Eran los primeros minutos y aquello parecía la prórroga de la final de París.
El Barcelona fue imponiendo poco a poco la cordura y superó a los griegos en todas las líneas. La que mayor trabajo le costó fue la de pívots. Pero cuando los griegos se pusieron de forma esporádica en zona, los tiradores azulgrana la destrozaban a base de triples. Jofresa le ganó la partida a Dinkins y el Panathinaikos, penetraciones de Sconochini al margen, apenas logró alguna continuidad en ata que. El Barça hizo hueco (36-19) en una fase en la que las prestaciones del campeón eran propias de un grupo de amiguetes. La propia desidia del Barcelona, las falta y la leve mejora que aportó el banquillo griego acercó las posiciones (39-32). Fue un espejismo.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.