Las preguntas menores animan la carrera

Dentro del ONCE, el reparto está pactado y con él la gran pregunta de la Vuelta -¿quién ganará?- ha recibido prácticamente el carpetazo. A menos que un improbable desfallecimiento, o cualquier tipo de incidente, le deje fuera de combate, el suizo Alex Zülle logrará su primera gran vuelta por etapas a los 28 años. Su único rival por el triunfo, su compañero de equipo Laurent Jalabert -ganador de la Vuelta de 1995- así lo ha aceptado. "Para Alex, es muy importante lograr esta victoria", dicen en su equipo. "Ha sido segundo en el Tour, en otra Vuelta y en la Vuelta a 'Suiza. Sería demasiado para él no ganar ahora".Según el plan, Jalabert será el compañero modelo, el que le ayude en todo momento. El ONCE ha dominado con maestría. Sólo dejará las migajas, las preguntas menores que intentarán resolver sus rivales en la semana que queda.

¿Será capaz Rominger de ascender hasta la tercera posición? La lucha por la plaza en el podio que deje vacante el ONCE es la única motivación que le queda al suizo -aparte de mantener el reinado de la montaña- en una Vuelta que se le torció por su falta de concentración. A diferencia de Induráin, al suizo nadie le exige la victoria; puede permitirse mantenerse en el pelotón y hasta perder tiempo sin que nadie le señale con el dedo. Un puesto en el podio, del que le separan 3m 21 s y seis plazas, salvaría su Vuelta. Sin embargo, lo tiene complicado. Su buena forma física no se ve acompañada de la chispa que lucía en sus tiempos mejores, el punch que le permitía marcar diferencias en la montaña. En los Lagos sufrió calambres tratando de seguir un ritmo que le permitiera alcanzar a Zülle y Jalabert, después de sus hachazos en el Fito. Su rival más encarnizado es su compatriota Laurent Dufaux -actual tercero-, un hombre que perdió las posibilidades - de ganar la Vuelta en la contrarreloj y que sufrió bastante en los Lagos, pero que ayer mostró su capacidad de demarraje robando los cuatro segundos de bonificación en la meta del Parque de Cabárceno. No habría que olvidar, además, que la contrarreloj final de Segovia puede resultarle corta a Rominger para recortarle tiempo a Dufaux, que ya mostró en el Tour su capacidad de resistencia para llegar bien a la última cita.¿Podrá un español ganar una etapa? Dejando a un lado las tres contrarreloj ganadas por Olano el año pasado, la última victoria de, un español en una etapa en línea se remonta a 1994, con Marino, Alonso ganando en Segovia. Y este año se lleva un camino parecido. 14 etapas y nueve triunfos italianos -tres Minali, dos Baldato, dos Conte, la última ayer-, uno Di Renzo y uno Nardello-, dos franceses -Jalabert-, un belga -Steels-, un suizo -Rominger- y un holandés -Blijevens- Los italianos no sólo se meten en todas las fugas consentidas, aunque la de ayer no lo fue tanto -los dos escapados, Conte y Rodrigues, tuvieron que rodar a más de 42 por hora durante más de 200 kilómetros en un recorrido con cinco puertos para poderse jugar la victoria entre ellos-, sino que saben cómo derrotar a sus acompañantes.

Mientras ayer Rodrigues esperaba la llegada de una dificultad a 800 metros de la meta anunciada por su equipo pero que nunca apareció para demarar, Conte marchó cómodo a u rueda y le derrotó en el sprint reducido. La historia de todos os días. Y aún quedan ocho tapas. La de hoy, otra de las duras, con final en el alto de la Cruz de la Demanda. ¿Desfallecerá Zülle? ¿Podrá Rominger empezar a limar segundos a Dufaux? ¿Aparecerá algún español con posiblidades de ganar?