DISCULPA DE DUCRUET
Que se acabó el cuento de hadas en Mónaco ya lo refleja esta semana la prensa del corazón. La princesa Estefanía, muy demacrada, se divorcia de Daniel Ducruet y busca consuelo en sus dos hijos, Luis y Paulina. Rainiero, con problemas de corazón, aparece abatido y triste. Y el ex guardaespaldas pide perdón en las páginas de ¡Hola! a su mujer y a sus hijos por su escandalosa infidelidad con la cabaretera. Ahora cuenta que fue víctima de una trampa y que en realidad acudió al chalé de la bailarina para consolarla de sus problemas sentimentales. Pero que tras tomarse un par de copas, ¿adulteradas?, perdió el control. Ni que lo jure: hay 60 fotografías que dan fe de ello. También Ana Obregón continúa su particular culebrón y pretende dejar en el paro a dos de sus ex. En Diez Minutos arremete, mientras acompaña a su hijo al colegio, con el conde Lecquio a su verita, contra Jorge Juste, fichado para la televisión por María Teresa Campos. Dice que le quita un puesto de trabajo a gente mejor preparada. Y en Semana asegura que no le hace ninguna gracia que Lecquio trabaje en la misma serie televisiva que ella. Tremendo. La que llevaba tiempo sin salir en las páginas rosas era Chábeli Iglesias. Pero desde Washington, y luciendo en plan top su amplio vestuario, anuncia en Lecturas que cada día quiere más a Carlos, su novio-
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