_
_
_
_

Un retrato clavado

La tertulia semanal de los guiñoles de Canal + despoja a los políticos de su careta

Escribía Manuel Rivas a comienzos de año en esta misma página que los guiñoles de Canal + "acentúan esa sensación de que hay un espacio muy divertido entre la ficción y lo real". Yo iría más lejos: no es tan sólo una sensación; ese espacio existe, y, además, es el verdadero. Por eso sostengo que la mejor aportación de la nueva temporada televisiva es que a los desternillantes minutos de verdad que, entre martes y viernes, ofrecen cada día en Lo + Plus se haya añadido, los sábados, el programa semanal Las noticias del guiñol.Es una selección de los mejores momentos de los días anteriores hilados por una tertulia animada por los muñecotes de Jesús Puente, Carmen Sevilla, Wooddy Allen y el teniente Colombo. Como en las radios, la única regla de semejante reunión la explicó Puente: "Esto es una tertulia y no hace falta que sepamos de qué hablamos. Al contrario, cuanto menos sepamos, más éxito tiene la tertulia".

Más información
Los contratelediarios

No se muy bien por qué razones -vergüenza ajena, voluntad de dignificar nuestro propio oficio, creencia en que estamos haciendo patria o escribiendo historia...- los periodistas tendemos a presentar al público a los políticos mucho más serios, comprensibles y coherentes de lo que son. Al reducir o eliminar sus frases más vacías y sus actitudes más pedestres, los ennoblecemos.

González es como ha reaparecido su sosias de látex en el plató de Hilario Pino: un pícaro y maduro seductor convencido de su caracter de estadista providencial y gran productor de frases pretenciosas enjaretadas con latiguillos. "Señoras-ñoras, señores-ñores", anunció Hilario, "con todos ustedes-tedes, recién llegado de las Américas tras meses de gira triunfal... ¡Felipe González!". Agradeció éste el caluroso recibimiento -"sé que mi público me quiere aquí en España como me quiere en América" y, en relación a los papeles del Cesid, explicó desde la honestidad y sinceridad de su legítima experiencia democrática: "En todos los países de nuestro entorno occidental, los servicios de inteligencia saben con dos años de antelación, ¡con dos años!, quién será el campeón de Liga, por consiguiente". Aunque precisó: "Pero ¡cuidado!, yo de eso me enteraba por la prensa".

También Aznar -"mire usted, amigo Hilario, esa pregunta es

terriblemente injusta, porque yo nunca he pedido la dimisión de ningún ministro del PP y mucho menos pediría la dimisión del presidente del Gobierno del PP, por que es imposible estar a la vez en el, Gobierno y en la oposición"- es como su marioneta: un soso y voluntarioso hombrecillo que solemniza lo obvio y se esfuerza en vano por caer bien. Por no hablar de ese permanente sermón que sincretiza filosofía de aldea con lecturas de la Biblia, el Qujote y el Capital llamado Julio Anguita:" Yo lo dije, lo dije, y se asustaron ustedes, se rieron ustedes de mí, como hace 20 siglos el pueblo enajenado se rió del Mesías en el juicio de Pilatos". O de la orgía de tics de Jordi Pujol, listísimo vendedor de alfombras.

Muchos españoles, entre los que me incluyo, siguen Las noticias del guiñol no como una parodia, sino como el verdadero telediario. Ahora hemos encontrado en este espacio de media hora de los sábados nuestro mejor Informe semanal. Estos muñecos de látex son más ciertos, auténticos y entrañables que los políticos de carne y hueso porque los han desnudado de falsos ropajes paramostrarles tal cual: maestros en tópicos, vaciedades y falsas promesas; ambiciosos, oportunistas y rencorosos. Clavados.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_