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Pueblos poco "viciosas"

Siete Villaviciosas españolas se hermanan bajo un himno pop

La familia sigue creciendo. Al dúo que la madrileña Villaviciosa de Odón (16.427 habitantes) y la de Asturias (5.000 habitantes) formaron en septiembre del año pasado se unieron ayer cinco miembros más proceden tes de Córdoba, Guadalajara, Ávila y dos más de León.El acto de hermanamiento de todas ellas, celebrado en el municipio madrileño, no sólo sirvió para unir sus culturas, sino para reivindicar de forma unánime el verdadero significado del nombre de estos pueblos y pedanías, que nada tiene que ver con el vicio. "Villaviciosa viene del hebreo, y se refiere a la exuberancia de la vegetación y los recursos acuíferos", resaltó la alcaldesa anfitriona, Pilar Martínez, del PP. Por encima del color político de cada hermano, lo que une a los siete es la abundancia de zonas verdes. "Se ve que alguien en el pasado observó los paisajes y les dio el mismo nombre según sus características", relató el concejal de Cultura, Francisco Prados. En cualquier caso, no esta ban todas. Según la Enciclopedia geográfica del historiador Pascual Madoz, en su edición de 1850, hubo dos Villaviciosas más: una desapareció por abandono de sus huertas en La Mancha, cerca de Quintanar de la Orden, y la otra, en Vizcaya, cambió su nombre por el de Marquina.

Los regidores de las localidades "supervivientes" subieron a un escenario forrado con las banderas de las comunidades autónomas a las que pertenecen y entonaron un himno muy poco solemne. De hecho, fue compuesto para la ocasión por un ex componente del dúo pop Los Pecos, que hicieron furor entre los adolescentes en los años ochenta.

Pero más ruido que el propio himno hicieron los aplausos de algunos villaodonenses de provincias que acompañaron a sus alcaldes en el acto. Aunque el pique se encendió entre los cordobeses y los abulenses, ganaron la partida los únicos 11 habitantes de Villaviciosa de Tajuña, en Guadalajara, que siguieron a su alcalde pedáneo hasta Madrid.Sus aplausos, vítores y arengas dejaron en un susurro las manifestaciones de contento del resto. Después llegó la si dra, un obsequio de Villaviciosa de Asturias para mojar . el acontecimiento. El público neutral, que simplemente acudió a la plaza del municipio madrileño para disfrutar del pregón de las fiestas, terminó integrándose en la ceremonia. "Ahora que todos los pueblos se pelean hasta por los equipos de fútbol, no está de más que alguna vez se hable de concordia", resaltaron.

El colofón del hermanamiento lo puso el respetable entonando la letra del himno pop que se repartió previamente en hojas: "Que sea más que un nombre/ lo que nos una esta noche", decía una de las estrofas. Para más adelante llegará el hermanamiento con la Villaviciosa de Portugal y otras dos de Filipinas.

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