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El Valencia se salva por Aragón

El Zaragoza fue mejor hasta la expulsión de su centrocampista

Luis Aragonés cobró oxígeno en La Romareda. El Valencia ganó el primer punto de la temporada en un partido polémico y tenso, que permitirá a la afición levantina proseguir el debate sobre Romario, ausente de nuevo ayer, sobre todo cuando el juego exhibido por los valencianistas no alcanzó en ningún momento el tono que se le supone a un aspirante. El partido, brillante y espectacular en sus inicios, se rompió en el minuto 27, cuando el colegiado mostró la tarjeta roja directa a Aragón. Las protestas del público, el juego subterráneo y el desconcierto arbitral marcaron los minutos restantes.Hasta el momento de la expulsión, el encuentro respondió a lo que se presumía. Dos equipos que gustan del balón y buscan las bandas hicieron las delicias de los aficionados. El juego era vertical, especialmente por parte del Zaragoza, que encontró en la banda izquierda el lugar ideal para sus penetraciones. Gustavo López y Kili González rompieron la cintura a Otero en un par de ocasiones, poniendo- a prueba a Zubizarreta. Pero el peligro que tiene este Zaragoza por las bandas, hizo que en el minuto 8 fuera Radimov quien en la contraria facilitara un centro a Aguado que valió el 1 -0. El cabezazo del central fue. espléndido.

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Los jugadores del Valencia andaban en esos instantes desconcertados. El balón apenas les duraba en sus botas y el centro del campo era inexistente, ante el derroche de juego de Aragón, Poyet, Radimov y Kili González. Poco antes de la media hora, el colegiado mostró la tarjeta roja a Aragón y el panorama varió.

Lo que había sido velocidad y buen fútbol se convirtió en malos modos juego subterráneo, patadas y constantes protestas al colegiado. Víctor Fernández optó por retirar a Morientes para reforzar el centro del campo,lo que convertía al argentino Gustavo López en la única opción ofensiva del Zaragoza.

Los aragoneses se echaron atrás para evitar los contragolpes valencianistas y el encuentro entró en una fase de aburrimiento. El Valencia apostó por un juego de desgaste, sobando el balón en medio campo, a la espera de los huecos que permitieran las entradas del argentino Claudio Piojo López y del croata Vlaovic.

Pero, el Valencia anda sumido en debates bien diferentes y pese a la superioridad numérica jamás logró hilar su juego con fluidez. Un rechace de Juanmi en el límite del descanso permitió a Moya conseguir la igualada. Poco más.

El segundo tiempo no tuvo otro atractivo que las continuas protestas del graderío y el análisis de las, secuelas que, el partido podía tener. Ocho jugadores,además de Aragón, vieron la cartulina amarilla, en la desenfrenada carrera del colegiado Herranz Angulo por hacerse con las riendas del encuentro.Dominio sin peligro

Luis se la jugó dando, entrada a Poyatos y Sietes, pero la pólvora le duró muy poco al equipo local. El dominio del Valencia no se traducía en jugadas de auténtico peligro y los locales supieron defender sin demasiados agobios el empate. El Valencia dominó pero no mandó, ante un Zaragoza que mientras estuvo con 11 hombres se mostró mucho más peligroso.

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