Luis Aragonés lanza un órdago al presidente del Valencia al no convocar a Romario ante el Bayern
, El Valencia es así: propenso a la autodestrucción. En vísperas de uno de los partidos más importantes del año, esta noche ante el Bayern de Múnich, en Copa de la UEFA, el técnico Luis Aragonés consideró que era el momento propicio para dejar fuera de la convocatoria al jugador mejor pagado de la historia del club, Romario. Luis lanzó el órdago que se antoja definitivo en el pulso que mantiene con el presidente del Valencia, Francisco Roig. "O sigo yo o sigue él", declaró Romario tras conocer la noticia. Horas después, sin embargo, el delantero rectificó y aseguró respetar la decisión del técnico.
Romario daba entonces la misma versión que, minutos antes, había ofrecido el presidente Roig: "El consejo de administración respalda la decisión del entrenador". Todo apunta, no obstante, a que se trata de una postura coyuntural, a la espera de lo que ocurra esta noche en la eliminatoria de la Copa de la UEFA., Si el Valencia obtiene un buen resultado, saldrá reforzada la posición de su preparador. En caso contrario, sus días al frente del equipo estarán contados. En este contexto enponzoñado, el técnico brasileño del Flamengo, Joel Santana, admite haber contactado con el Valencia para estudiar la posibilidad de hacerse cargo del equipo, según informa Efe desde Brasil.
A fin de "dormir con la conciencia tranquila" y "ser fiel a mí mismo", Aragonés optó por dejar a Romario fuera de la lista de convocados. "He escogido a los que considero mejores para este partido", alegó Luis, que adoptó la polémica decisión durante el entrenamiento matinal. Allí todo trascurría con aparente normalidad: Romario jugaba en el equipo presuntamente titular y pocos imaginaban lo que pasaba por la cabeza del técnico. Tras la sesión, Romario destapó la noticia. ¿Qué le parece el Bayern? "Lo que yo opine importa poco. No he sido convocado", suspiró el delantero, ante la sorpresa generalizada.
Después se sabría que ambos, técnico y delantero, se dijeron las cosas claras. A Luis le disgusta la "actitud" de Romario en los entrenamientos y le achaca deficiencias físicas. A lo que el futbolista replicó: "Nunca en mi vida he entrenado tan fuerte como ahora. Tengo 30 años y estoy entrenando con chicos de 20. Llego siempre a la hora y hago todo lo que me dice. No sé qué le molesta". Y respecto a la forma física, manifestó: "Me encuentro bien físicamente. No estoy al 100%, pero ahora nadie lo está".
Cuando tenía "la sangre caliente", Romario llegó incluso a pedir la cabeza del preparador: "No hay solución. Yo he venido aquí a jugar al fútbol y si no me dejan, o sigo yo, o sigue él". Pasada la primera reacción, el brasileño reflexionó, habló con su esposa, Danielle Favatto, quien, según el futbolista, le convenció para que rectificara. "Estoy muy triste", añadió Romario, "le había comentado a mi mujer que contra el Bayern iba a hacer uno de los mejores partidos de mi vida".
En el fondo de todo este enfrentamiento subyace otro: el que mantienen desde finales de la pasada campaña el presidente y el entrenador. Luis pidió unos jugadores (Suker, Kodro, Bebeto) y le trajeron otros (Romario, Claudio López, VIaovic). El fichaje de Romario fue un acto puramente presidencialista (con la intención de hacer olvidar a Mijatovic), que sentó especialmente mal en el ánimo del técnico. Desde que el jugador aterrizó en Valencia, el malestar de Luis ha sido evidente. Ya en la presentación del equipo, el pasado 8 de agosto, el entrenador presentó una dimisión que después retiró ante la promesa de Roig de no intervenir en el área deportiva.
La escalada de tensión se prolongó con la afición de Romario por el futvoley, cuando cierto día se desplazó a la playa de Cullera para ejercitarse en su deporte preferido sin la autorización del técnico. El siguiente episodio lo marcó una discusión más o menos grave de Roig y Aragonés en el aeropuerto de Manises, antes de viajar a Santander para disputar el primer partido de Liga. Allí, alguien presente en la conversación aseguró que Luis se quejó de que Romario hubiese engordado dos kilos a pesar de haber padecido gastroenteritis durante la semana. Después Luis lo negó todo. Sin embargo, tras la exclusión de la convocatoria de ayer, se disipan todas las dudas sobre la veracidad de aquellos reproches.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.