El Celta salva un punto en otro 'derby' gris

Un gol increíble de Juan Sánchez en el último suspiro salvó para el Celta un derby de poco fútbol, como casi todos. Transcurría el minuto 88 cuando el valenciano corrió hacia el pico del área a por un largo balón aparentemente inofensivo. Llegó con el tiempo justo para rematarlo de cabeza desde el suelo en un escorzo inexplicable. El balón se coló por la escuadra derecha de la portería de Songo'O. Sánchez logró hacerle justicia a un Celta pobre en la primera mitad y mucho más ambicioso tras la reanudación.El gol también fue un justo premio para uno de los hombres más importantes del equipo vigués la temporada pasada y relegado ésta a la suplencia. Quince minutos sobre el campo fueron suficientes para que Sánchez recordara que en el grupo que salvó con decoro el último ejercicio él fue el más sobresaliente.

El encuentro pintaba feo para los de casa cuando llegó el gol. Empezaban los de Santos a ceder después de un segundo tiempo brillante e intenso, pero inofensivo. El Deportivo, que había marcado el ritmo durante muchos minutos, estaba a punto de conseguir un triunfo de los considerados anímicamente cruciales Pero a los de Toshack les ocurrió ayer lo que se ha convertido ya en un defecto crónico. Como con el Madrid, y como pasó también en otras siete ocasiones en pretemporada, el equipo de Riazor no fue capaz de conservar su ventaja. El galés tiene en ello un asunto para reflexionar, puesto que sus hombres no han sido capaces desde que iniciaron el curso de ganar ningún partido de los ocho en los que se han adelantado en el marcador.

La media hora que tardó el Celta en poner a prueba a Songo'O demostró los problemas que los de Santos se encontraron para crear ocasiones. Tuvo que mediar un gol del Deportivo y una decisión táctica de Santos, que envió a Revivo a acompañar a Gudelj en el ataque y le liberó de la banda derecha. El técnico del Celta tuvo bastante que ver con el pobre balance del primer tiempo. Todas las pruebas de una pretemporada brillante resultaron juegos de artificio; a la hora de la verdad, el entrenador recuperó las recetas que peor resultado le dieron en el último ejercicio, como castigar al pobre Tárraga a taponar el lateral derecho. El gol del valenciano, en propia puerta y compartido con Madar, fue el saldo del viejo y no menos frustrante experimento.

Si el Celta de la pasada campaña destacaba por su orden esta virtud dio paso en el primer tiempo al despiste en medio campo. Por esa zona, jugadores como Mazinho, Eusebio o Merino dudaban entre preocuparse de surtir balones a Gudelj o taponar las entradas de Martins y Rivaldo. Optaron por lo segundo y así le fue al Celta durante medio partido.

Cuando Fernando Santos enmendó el error -mandó a Tárraga a la caseta en el descanso- el equipo fue otro. A los de Vigo se les apareció Mazinho y el grupo comenzó a funcionar, pero la solución no dejó de ser una combinación de remiendos, y el aficionado comienza a preguntarse si es necesario hacer 12 fichajes para que Merino acabe jugando de lateral. Va a tardar el club de Balaídos en tomarle el pulso a la temporada. Mientras no recupera a hombres que se suponen importantes como Mostovoi o el defensa brasileño Adriano, la inversión de 1.500 millones de pesetas sólo ha servido hasta el momento para colocar tres debutantes en el equipo titular, sólo dos de ellos jugadores de campo.

Más de la mitad del equipo que sacó Toshack en Vigo llegaron a La Coruña este verano, y el Deportivo ha salido notablemente mejorado del aluvión, sobre todo en su última línea. Más problemas tuvo Mauro Silva a quien le correspondió una parcela demasiado ancha que cubrir. Rivaldo, además, no es Bebeto.

Gudelj y Revivo estuvieron muy cerca del gol, pero Sánchez y la vieja guardia igualaron el partido. La suerte acompañó al Depor hasta el final, cuando Aguirretxu falló una clara ocasión.