El Vaticano reconoce que el Papa está enfermo y debilitado
El papa Juan Pablo II concluyó ayer una visita a Hungría en la que ha dado claras muestras de cansancio y ha desatado nuevas especulaciones sobre su estado de salud. El portavoz vaticano, Joaquín Navarro Valls, que es también médico, admitió ayer que el Papa padece una infección intestinal de origen desconocido, aunque puede tener relación con la operación que sufrió tras el atentado sufrido en 1981. El portavoz vaticano dijo que el Papa "sigue siendo un hombre básicamente sano, pero debilitado" por las operaciones.
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