_
_
_
_
Tribuna:
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

La agenda

Juan José Millás

La agenda es una víscera de color oscuro, una glándula en la que uno apunta mentalmente lo que tiene que hacer. Cuando alcanza un desarrollo excesivo hay que sacarla fuera, como el ano artificial, y ponerla dentro de un cajón o encima de la mesa. A muchas personas les da asco tocársela, por lo que prefieren pagar a alguien para que lo haga. Las secretarias se lavan tanto las manos porque andan manipulando todo el día las agendas de sus jefes, que a veces segregan un humor amarillento o verdoso, de sabor amargo, parecido a la bilis. La de Aznar la lleva Miguel Ángel Rodríguez, por eso ha sido el encargado de decir que el presidente no encuentra un hueco para despachar con Vidal-Quadras.La agenda está hecha de un tejido esponjoso en el que no es difícil encontrar hueco o agujero por el que evacuar una consulta rápida,no incluida entre las obligaciones del día. Pero ese tejido, a partir de cierta edad, o frente a determinadas situaciones, se endurece, reduciendo notablemente su capacidad excretora. Entonces, por más que uno se la mire o se la mande mirar a los subordinados, no da con un emuntorio, un conducto, una cánula, por el que desocupar, si no una palabra de afecto, al menos un reproche.

Por eso es menos humillante que el hecho de que te reciban o no dependa de otra glándula, incluso del hígado o las gónadas, antes que de la agenda. Si en el caso que nos ocupa hubiera dependido del corazón, el propio Aznar habría llamado a Vidal-Quadras diciéndole: "Mira, chico, has herido mi sensibilidad nacionalista catalana y tengo tal disgusto que prefiero no verte por ahora". En lugar de eso, le ha remitido a la agenda, que es una víscera externa, como el ano artificial, entre cuyas páginas circula con frecuencia lo peor de uno mismo. Es que ya no te quieren, Aleix.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Juan José Millás
Escritor y periodista (1946). Su obra, traducida a 25 idiomas, ha obtenido, entre otros, el Premio Nadal, el Planeta y el Nacional de Narrativa, además del Miguel Delibes de periodismo. Destacan sus novelas El desorden de tu nombre, El mundo o Que nadie duerma. Colaborador de diversos medios escritos y del programa A vivir, de la Cadena SER.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_