La policía lanza agentes de paisano contra los carteristas del metro

Jan Martínez Ahrens Antonio Jiménez Barca

Madrid - 23 ago 1996 - 00:00CEST

Los carteristas se han convertido en objetivo prioritario de la policía, que ha lanzado una ofensiva para erradicar el mayor problema de seguridad de los transportes públicos del metro y el autobús. Para ello, los agentes, vestidos de paisano, han empezado a circular por las vías subterráneas donde más hurtos se registran -las líneas 1 y 4, sobre todo en las estaciones de Atocha, Bilbao, Gran Vía y Goya- y a montarse en los autobuses preferidos de los carteristas. Este despliegue ha permitido la detención en la parada de Atocha de la línea 27 de una banda de ladrones. Asimismo, la policía ha detenido a 340 personas en los siete primeros meses del año, periodo en el que se han registrado 1.729 hurtos y 237 robos en el subterráneo.Los vigilantes privados y los conductores del metro se han sumado a esta lucha. Así, según fuentes de la empresa, cuando un conductor sospecha de la presencia de un carterista en los vagones avisa por radioteléfono al puesto de mando subterráneo, donde hay un agente de policía en conexión permanente con el 091. Una vez alertada, la sala de mando avisa a la pareja de guardas más cercana a la próxima parada del convoy para que acuda en auxilio de los pasajeros. Esta iniciativa se activa cuando en el convoy alguien pone en marcha el freno de emergencia -truco empleado por los carteristas para, con la confusión, robar-.

Datos contra datos

CC OO y a Comunidad discrepan sobre el índice de criminalidad en el metro

La Consejería de Transportes, dirigida por Luis Eduardo Cortés, no coincide con CC OO. Este departamento autonómico hizo público ayer un comunicado en el que proporciona una estadística que ofrece un panorama muy distinto sobre las agresiones en el metro. La nota oficial, sin embargo, sólo abarca datos de los seis primeros meses, y, a diferencia de los datos del sindicato, no incluye julio, mes en el que la policía reconoce que se registró un incremento de los delitos, hecho que motivó una reunión de los responsables políticos y policiales del Metro. El comunicado, además, no especifica si los datos proceden de las denuncias presentadas en comisaría o de los partes de los vigilantes jurados.Según la Consejería de Transportes, las agresiones a viajeros han descendido un 3,6% en los seis primeros meses de este año respecto al mismo periodo de 1995. Otro tanto ocurre con los ataques a vigilantes, de las que la Comunidad, citando "datos de la compañía", dice que sólo se han incrementado un 18%. La consejería también niega que hayan aumentado las agresiones a empleados del metro; por el contrario, afirma que se han reducido un 17%.

"A partir de junio se ha intensificado la presencia policial, y eso se va a notar en las estadísticas. Los datos de CC OO son muy exagerados y no se ajustan a la realidad. Los delitos en el metro se han reducido", señaló ayer a este periódico el consejero de Transportes.

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