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Entrevista:

"Madrid disfruta de un crepusculo maravilloso"

Quizás los hayan visto en decenas de ocasiones, y sin reparar en ellos. Los murales de Angel Aragonés (Madrid, 1944) salpican de colorido y sutilezas surrealistas las calles de Espoz y Mina, del Sombrerete o de infinidad de encrucijadas de Getafe (144.600 habitantes). En este municipio le espera en los próximos meses un importante trabajo: decorar la calle de Dolores Ibarruri con una serie de dibujos sobre "las mujeres que han impulsado el tiempo presente". En su estudio del centro de Madrid, una laberíntica y deliciosa morada del siglo XVIII; Aragónes perfila rostros y escenarios para sus nuevos personajes. Pasionaria, Emilia Pardo Bazán, María Moliner, Virginia Woolf, Madame Curie o Carmen Burgos, aquella periodista que provocó un revuelo magnífico con su apasionada defensa del divorcio, entablarán animada charla ante los ojos de los getafenses.Pregunta. ¿Qué tienen en común féminas tan dispares?

Respuesta. Que traspasaron la barrera del siglo XIX al XX y construyeron la digamos arquitectura del futuro. Como todas las personas excepcionales aquellas mujeres tenían su ramalazo místico: huyeron del pensamiento acomodaticio y del constrenimiento de su época. Piénsese en Isadora Duncan,que quitó el corsé a las bailarinas: al fin y al cabo, ¿qué más liberador que soltarse las tetas?

P. ¿Por qué Dolores Ibarruri no figura en el callejero madrileño?

R. No lo sé, aunque me parece increible. Con excepción de las santas, las mujeres están muy mal representadas en nuestras calles. Echo en falta por ejemplo a La Calderona o a aquellas pobres ilustradas, personajes interesantes donde los haya. Pero supongo que a lo largo de la presente revolución ecológico cibernética eso se irá resolviendo.

P. ¿Qué es la calle para un autor de murales?

R. Es el lugar del encuentro indiscriminado, aquel donde las miradas se cruzan y no sabes si te vas a enamorar o te vas a morir en mis murales represento la calle como la casa de todos. Espiritu de concordia, amor como nexo de unión, eso debe ser la calle.

P. ¿Le subleva que un grafito irrumpa en sus murales?

R. Si se hace con mala saña no es agradable aunque en la pared de Espoz y Mina, por ejemplo, alguien dibujó uno muy integrado con el entorno... Yo distingo mucho el grafito de la marca del tac. El mundo pertenece a los humanos y marcar el territorio con tacs es equiparable a la meada del perro.

P. Pese a todo usted sigue viviendo junto a Opera y enamorado de Madrid

R. Sí. Los vientos de la sierra purifican y Madrid es una ciudad con horizonte.

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