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Gómez de Liaño suspende una declaración del general Manglano para citarle como imputado

El juez Javier Gómez de Liaño, instructor del caso Lasa-Zabala, llamará como "imputado" al ex director del Cesid teniente general Emilio Alonso Manglano, previsiblemente en septiembre, por entender que esta situación le confiere "mayores garantías" que la de simple testigo. Liaño interrumpió ayer la declaración que el teniente general había iniciado como testigo al formular el fiscal Jesús Santos dos preguntas directamente relacionadas con los documentos del Cesid que el Gobierno ha decidido mantener bajo secreto. Fuentes próximas al teniente general indicaron que el director del Cesid "entró y salió" como testigo, aunque el juez le advirtió que previsiblemente le vuelva a llamar como imputado.

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El juez que se encontró con los papeles

El teniente general Emilio Alonso Manglano acudió ayer a la Audiencia Nacional y respondió por espacio de hora y cuarto a las preguntas del instructor del caso Lasa-Zabala y del fiscal Jesús Santos. El interrogatorio se iba desarrollando con normalidad hasta que el fiscal Santos formuló dos preguntas sobre los papeles secretos del Cesid. El juez Gómez de Liaño interrumpió entonces la declaración y explicó al teniente general que ante la posibilidad de que sus respuestas pudieran acarrearle consecuencias penales, prefería rodearle de mayores garantías y llamarle como imputado el próximo mes de septiembre.La diferencia entre una y otra condición estriba en que el imputado debe comparecer acompañado por un abogado y puede negarse a responder e incluso no decir la verdad sin incurrir por ello en responsabilidad penal. Como testigo de una causa, no puede estar asistido de abogado, tiene obligación de responder y de decir la verdad, so pena de incurrir en delito de falso testimonio. En un procedimiento sumario como es el caso Lasa-Zabala, la condición de imputado es diferente de la de procesado y es únicamente esta última la que obliga a sentarse en el banquillo para ser juzgado ante un tribunal.

Los documentos secretos del Cesid interesados por el juez Gómez de Liaño y por los que fue preguntado Manglano se refieren a la nota de despacho en la que el ex jefe de la agrupación operativa del centro, coronel Juan Alberto Perote, advertía a Manglano, en septiembre de 1983, del inminente inicio de acciones contra etarras en el sur de Francia. El juez también reclamó dos supuestas transcripciones de conversaciones que, según el Cesid, no figuran ni han figurado nunca en los archivos del centro.

La primera de dichas transcripciones se refiere a una supuesta conversación entre el general Enrique Rodriguez Galindo y el teniente Pedro Gómez Nieto en la que el primero anuncia la creación de grupos de guardias civiles para actuar contra ETA en suelo francés. La segunda conversación es entre Pedro Gómez Nieto y, el coronel Juan Alberto Perote y en ella el teniente de la Guardia Civil narra al jefe operativo del Cesid algunos detalles sobre el asesinato de los presuntos etarras José Antonio Lasa y José Ignacio Zabala.

Manglano se ratifica

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Previamente a que el juez Gómez de Liaño interrumpiese su declaración, Manglano se ratificó en sus anteriores respuestas a los jueces Baltasar Garzón y Eduardo Móner, que meses; atrás le interrogaron sobre un eventual conocimiento por parte del Cesid del secuestro de Segundo Marey y otras actividades de los GAL.En aquellas comparecencias, Manglano siempre negó que el Cesid hubiese colaborado en la guerra sucia contra ETA. En noviembre de 1995, Manglano aseguró en el Tribunal Supremo que los servicios de inteligencia no estaban a favor de este tipo de actuaciones pese a que "media España era partidaria de que se hiciera algo rotundo contra el terrorismo, desde ocupar militarmente el País Vasco hasta cualquier otra clase de guerra sucia".Con la nueva imputación del teniente general Manglano por parte de Gómez Liaño en el caso Lasa-Zabala, son ya cuatro los sumarios que recaen sobre el ex máximo responsable de los servicios secretos.El ex director del Cesid está imputado en el sumario relativo al secuestro de Segundo Marey, que instruye en la actualidad el magistrado del Tribunal Supremo Eduardo Móner. El juez Baltasar Garzón le imputó después como presunto colaborador de los GAL en el caso Monbar, relativo al asesinato de cuatro etarras. Desde entonces y por orden de Garzón, el general Manglano tiene prohibido salir de España y debe comparecer cada quince días ante la justicia.

El ex jefe del Cesid también está imputado en las escuchas del Cesid por la grabación de conversaciones telefónicas a diversas personas llevadas a cabo por los servicios secretos. Esta investigación,que se sigue en los juzgados de Madrid, fue archivada por la juez Ana Mercedes del Molino al entender que las escuchas fueron captadas aleatoriamente y en interés de la defensa del Estado. Sin embargo, la Audiencia Provincial ordenó la reapertura del caso.

Por otra parte, el juez Carlos Dívar confirmó ayer la prisión de Miguel Brescia, considerado el camionero de los GAL, según informa Europa Press. Dívar rechazó la libertad de Brescia, inculpado en dos asesinatos cometidos en 1986 por los GAL, que había esgrimido como motivo de su petición la excarcelación del general Enrique Rodríguez Galindo.

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