Un Consejo con vocación de unanimidad

La primera decisión importante del pleno de ayer se aprobó por unanimidad, como ya había ocurrido en la elección de Javier Delgado Barrio como presidente. La coincidencia de los 19 consejeros fue muy bien acogida por ellos mismos, muy preocupados en estos momentos por borrar la imagen de división política del anterior Consejo General del Poder Judicial.La unanimidad se produjo sobre un anteproyecto de ley elaborado por Justicia para abordar un asunto polémico -el viaje de ida y vuelta de los jueces a la política-, pero se intentó también sobre una cuestión más vidriosa: la pugna entre la eficacia contra el terrorismo y el respeto debido a los derechos fundamentales.

La imagen del anterior Consejo y de su larga agonía, rematada por el estallido del caso Estevill (vocal condenado por el Tribunal Supremo por prevaricación y detención ilegal), impulsa al nuevo a un meritorio consenso y, a ser posible, a una unanimidad imposible en un órgano de composición plural. Fuentes jurídicas del CGPJ atribuyeron ayer los largos debates sobre el proyecto de informe preparado por la Comisión de Estudios e Informes a ese deseo un tanto neófito de lograr la unanimidad.

El informe a debate, según tales fuentes, ya era fruto de un difícil consenso, ya que en su elaboración participaron los vocales propuestos por el PP, Francisco Monterde y Enrique Arnaldo; por el PSOE, Ángeles Huet y Jacobo López Barja de Quiroga; por IU, Ramón Sáez, y conjuntamente por el PP y CiU, Esther Giménez-Salinas.