El 'novato' traspasa otra barrera

No es habitual que un piloto novel en la fórmula 1 se mantenga en la pugna por el título superado ya el meridiano de la temporada. Pero tampoco lo es que en su primera carrera en el campeonato más selectivo del automovilismo roce la victoria y concluya en segunda posición. Son dos hechos que están marcando el año del debut de Jacques Villeneuve (Williams-Renault) en el Mundial de F-1. Tiene 24 años, es uno de los pilotos más jóvenes, y en cinco meses -el Mundial comenzó el pasado 10 de marzo en Australia- se ha convertido en el ídolo del circo rodante.Sin embargo, la última barrera la saltó el pasado domingo en el circuito de Hungaroring, cuando fue capaz de superar a su cornpañero de equipo. Damon Hill, tras una cerrada batalla por el triunfo en la parte final de la carrera. Allí, Villeneuve demostró que no le tiene miedo y se liberó de una carga. psicológica que le había perseguido durante la temporada. Tenía motivos para empezar a sentirse un segundón frente a su compañero de escudería.

La victoria permiitió a Villeneuve mantenerse como la única amenaza para Damon Hill en la consecución del campeonato, sólo 17 puntos les separan. Faltan cuatro carreras y están en juego 40 puntos. La batalla por el título, pues, está planteada dentro mismo de la escudería Williams, en la que se está debatiendo el futuro de Hill, cuyas exigencias económicas desbordan las previsiones del patrón. Pero esto no debe afectar a dos hombres que se aferran a la velocidad por una cuestión genética.

Villeneuve es un piloto agresivo, fogoso y expresivo como lo fue su padre. Tiene credibilidad. Y eso le da carisma. En los cinco últimos meses ha conseguido desplazar a su compañero de equipo Damon Hill e incluso al alemán Michael Schumacher del corazón de los aficionados.Ahora, muchos suspiran ya por un triunfo de Villeneuve (ya suma tres) y apenas valoran los méritos de Hill, que ha ganado siete carreras esta temporada y que la pasada concluyó subcampeón, a un solo punto de Schumacher.