Michel & 'Buitre', sociedad mexicana

José Miguel González, Michel, y Emilio Butragueño reiniciaron el sábado su sociedad en el Atlético Celaya. Empataron a cero con el Monterrey en el primer partido de la Liga mexicana. Michel estuvo discreto. Pero apuntó que tomará las riendas del equipo, aunque aún es palpable su falta de compenetración con los compañeros. El Buitre continuó en la línea del año pasado: los toros [nombre con el que se conoce a los jugadores del equipo] atemorizan a los rivales cuando el balón se cruza en su camino.El niño ya demostró el año pasado que su calidad y el toque exquisito, unidos a los 17 tantos que le convirtieron en el máximo goleador del conjunto, puede dar aún enormes dividendos en un fútbol correoso y físico como el de México. Michel puede apuntalar la tesis. Apoyo, incluidas banderas del Real Madrid y de España en las gradas, no le va a faltar.

Mediada la primera mitad, un par de pases y un potente disparo desde fuera del área, que obligó a lucirse al portero del Monterrey, fueron las mejores acciones del ocho ex madridista y la prueba de su indiscutible talento. Poco más hubo que anotar en su expediente, salvo un par de combinaciones con su inseparable Butragueño en las que demostraron su entendimiento a ciegas.

Los dos ex merengues no se miran en el césped. No lo necesitan. Pero se buscan. Una compenetración que será una ventaja para el Celaya, que podrá hacer aún más daño si Enrique Fernández, presidente del club, ficha, como insinuó en la presentación hace un mes de Michel, al mexicano Hugo Sánchez para la segunda mitad de una temporada que tendrá dos campeones. Los dirigentes mexicanos han decidido que habrá dos Ligas en un año. Y dos vencedores, uno en diciembre y otro en la próxima primavera.

El estreno de los toros tuvo un borrón además del pequeño tropezón en el resultado. No se colocó, en contra de lo que esperaban los directivos del Celaya, el cartel de "no hay billetes". "El público es así", comentaba cariacontecido Fernández. Y es que, aunque la expectación por el fútbol ha crecido sobremanera en Celaya, la transmisión en directo del partido por televisión y la brutal crisis económica que padece México desde hace dos años parece que ha alentado a los aficionados a reservar su dinero para la fase final de los dos torneos. La amplia remodelación que ha convertido un diminuto estadio de 7.000 localidades en un coliseo con cabida ya para 19.000 espectadores, que se aumentará hasta 31.000 dentro de un mes, será rentable más adelante.

El sábado, el público que acudió al Miguel Alemán llenó dos tercios de las gradas. Cada partido es una fiesta. Tal vez porque las expectativas de los aficionados ya están colmadas. El Celaya obtuvo el año pasado el subcampeonato después de ascender de la Segunda División.