El mutismo de Aznar alienta la búsqueda de un sustituto de Vidal-Quadras

El silencio de José María Aznar sobre si apoya no la continuidad de Aleix Vidal-Quadras al frente del PP en Cataluña está siendo interpretado por los dirigentes catalanes de esa formación como un indicio de que la dirección nacional no se opondrá a un cambio en la presidencia regional. Los adversarios de Vidal-Quadras está elaborando ya una candidatura susceptible de obtener una amplia mayoría en el congreso regional a celebrar el 28 de septiembre que podría encabezar Alberto Fernández Díaz.

Vidal-Quadras anunció en junio que sólo se presentaría a la reelección como presidente regional si le constaba el apoyo de Aznar y precisó que a finales de julio daría a conocer su decisión. Pero ha pasado ya la primera semana de agosto y no ha podido decir qué va a hacer. En, los últimos días, a raíz del revuelo provocado por sus feroces descalificaciones de CiU y PNV, Vidal-Quadras ha pospuesto su plazo hasta principios de setiembre.Este segundo anuncio constituye el reconocimiento de que tropieza con dificultades, porque en las últimas semanas Vidal-Quadras y sus equipo habían difundido en el interior del partido que ya contaban con el apoyo de Aznar. Para demostrarlo, argumentaban que otros posibles candidatos -Jorge Fernández Díaz, Josep María Trias de Bes y Enrique Lacalle- habían sido apartados de la batalla congresual al ser nombrados para cargos incompatibles con la presidencia regional.

Fuentes de la dirección del PP aseguraron ayer que han analizado la situación precongresual en Cataluña, como la de otras organizaciones regionales, pero no han tomado ninguna decisión sobre candidaturas. El coordinador general del PP, Ángel Acebes, declaró también ayer que Vidal-Quadras puede presentar su candidatura al congreso "como cualquier otro" afiliado, y aseguró que el proceso electoral está abierto.

La rotunda descalificación de los aliados del PP que Vidal-Quadras realizó el martes en su conferencia en la Universidad Menéndez Pelayo de Santander ha debilitado los apoyos con que contaba y ha facilitado un realineamiento interno. En esa conferencia, Vidal-Quadras calificó al nacionalismo de CiU y PNV como "un tumor" para España y un peligro para su integridad, y acusó a las direcciones del PP y el PSOE de no afrontar ese peligro. Muchos dirigentes catalanes del PP entienden que. esa actitud contradice la consigna que les dio Aznar tras pactar con Jordi Pujol: mantener "una actitud inteligente" destinada a favorecer el funcionamiento de la alianza con CiU.

Estos últimos días, algunos destacados dirigentes como el secretario general del PP catalán, Simón Pujol, el portavoz parlamentario, Josep Curto, y el diputado Jorge Trias Sagnier, que apoyaban a Vidal-Quadras, se han desmarcado de él y han dicho que no están dispuestos a seguirle por esa vía.

Esta posición facilita que dirigentes como Fernández Díaz, Trias de Bes y Lacalle, entre otros, puedan plantear una alternativa de amplio consenso. Para encabezarla piensan en Alberto Fernández Díaz. Curto y Simon Pujol han manifestado también en alguna ocasión su disponibilidad para optar a la presidencia regional.