Los incendios en pisos causan en un solo día tres muertos y diez heridos

VIENE DE LA PÁGINA 1Según la Policía Municipal, José Juan se quedó dormido con un pitillo encendido. Hacia las seis de la mañana, su hermano pequeño oyó aterrado los gritos de José Juan. El padre lanzó varios cubos sobre su hijo. Los bomberos sofocaron a gran velocidad las llamas y una ambulancia del Samur trasladó al herido al hospital Doce de Octubre. Ingresó con graves quemaduras en el 80% de su cuerpo. Falleció a las doce del mediodía.

Sobre las dos de la tarde, las llamas volvieron a desatarse en el número 12 de la calle de Hierbabuena, en el distrito de Tetuán. Según los bomberos, Teodoro Ocampos, de 54 años, pretendió quemar la vivienda de su ex esposa, Isabel, el 4º D, porque no le dejaba entrar en el domicilio. El hombre soportaba entre sus manos una garrafa de gasolina. Al presunto parricida le acompañaba su hermana Elena, de 56 años. De repente, Teodoro quedó envuelto en llamas cuando se encontraba en la escalera del inmueble. Luego su hermana intentó socorrerle, según señaló una vecina del segundo piso. Los dos hermanos, convertidos en una antorcha, corrieron hacia la calle. "Escuché gritos y les vi caminando con el cuerpo medio calcinado", indicó Mamen, una vecina. Elena Ocampos falleció tres horas después en el hospital La Paz. Tenía quemaduras de primer grado en el 80% de su cuerpo, según señalaron los médicos del Samur. Su hermano Teodoro, el supuesto incendiario, se encontraba anoche en estado crítico en el hospital de Getafe. Sufre quemaduras en el 70% de su cuerpo.

Isabel Sánchez, ex esposa de Teodoro, también resultó herida leve en el siniestro junto a otra vecina. Ambas intentaron ayudar sin éxito a Elena y Teodoro. Los vecinos sostienen que el esposo de Isabel sufría trastornos psíquicos. Isabel llegó a comentar a sus más íntimas amigas que últimamente su antiguo esposo, Teodoro, estaba muy agresivo.

En la localidad de Pozuelo de Alarcón, las llamas se cobraron la vida de una mujer de 54 años, Magdalena Pérez. El fuego surgió en la casa de José Expósito, en la calle Clavel. Inmediatamente las llamas se extendían por el inmueble. La familia de José Expósito abandonó con celeridad la vivienda. Sin embargo, no salieron de la casa Magdalena Pérez, de 54 años, y su suegra, Donata Herrero. Los bomberos descubrieron a estas dos mujeres inconscientes en su domicilio. Magdalena Pérez falleció asfixiada y Donata Herrero fue trasladada por una UVI móvil del Insalud al hospital La Paz. Su estado es crítico. Al incendio acudieron dos ambulancias del 061 y tres de Cruz Roja, que auxiliaron, a otros tres heridos leves.