Un túnel bajo otro ya existente digerirá el tráfico extra de la prolongación de O'Donnell

Los técnicos municipales creen haber encontrado la solución a un problema peliagudo que se avecina: cómo absorber los 40.000 coches que llegarán a un cruce ya de por sí sobrecargado por otros 210.000 vehículos. Sucederá a finales de año, cuando Ia prolongación de la calle de O'Donnell esté terminada y conecte esta zona de Madrid con la M-40. Para que el cruce entre O'Donnell y Doctor Esquerdo no se atasque más aún, el Ayuntamiento ha inventado el retúnel: es decir, un túnel perpendicular al ya existente en Doctor Esquerdo que discurrirá por debajo de éste.

De cualquier forma, los 40.000 nuevos coches previstos circularán sin retúnel por algún tiempo. Las obras de ampliación de O'Donnell, que empezaron en 1994, terminarán, según lo previsto, a finales de este año. Y la construcción del nuevo paso subterráneo no se iniciará hasta el año que viene y no se terminará hasta, por lo menos, 1998. Durante estos dos años, la calle de O'Donnell deberá absorber sin refuerzos el aluvión automovilístico que está previsto que vierta la M-40.Enrique Villoria, concejal de Obras del Ayuntamiento de Madrid, del PP, tiene bien presente en la cabeza la marea de tráfico que se prevé en O'Donnell cuando esta calle enlace con la autovía. "La solución más viable es un nuevo túnel que pase por debajo del de Doctor Esquerdo para agilizar la movilidad general de toda esa glorieta", comentó el viernes.

"Se trata de que los coches que quieran ir al centro por una vía rápida, la M-40 y O'Donnell, y los que quieran salir de Madrid por este mismo itinerario, no tengan que pasar necesariamente por la superficie de ese cruce, que ya de por sí está saturado, y dispongan de otra alternativa", explicó el concejal.

La longitud del retunel será de 750 metros aproximadamente y la anchura permitirá habilitar dos carriles por cada sentido. Actualmente, la calle de O'Donnell. dispone de tres carriles por sentido.

La obra tendrá sus complicaciones técnicas: salva el cruce fatídico por debajo del túnel ya existente en Doctor Esquerdo, pero por encima de la línea 6 de metro. Es decir, el retúnel pasará entre medias de los dos agujeros que ya existen.

Algo parecido ocurre en la ampliación de la línea 8 de metro. El túnel que en la actualidad se excava pasará por el hueco que existe entre una vía subterránea de cercanías y un colector. La actuación la denominan los especialistas enhebrado.

Agilizar los giros

Actualmente, por la intersección de O'Donnell y Doctor Esquerdo se registran aproximadamente 210.000 vehículos diarios. El proyecto, cuyo presupuesto alcanza los 1.000 millones de pesetas, también modifica el diseño de la glorieta a fin de agilizar los giros.

Los trabajos para conectar el final de la calle de O'Donnell con la M-40 empezaron en julio de 1994 y, en principio, tenían que haberse terminado el pasado febrero.

Pero durante tres meses, estuvo detenida la obra debido a que se replanteó el número de túneles que era necesario construir en el Pinar de la Elipa, lugar de arranque de la actuación.

En principio eran cuatro, pero a finales del año pasado se redujeron a dos. Esto abarató el proyecto en 100 millones (el coste total de la obra es de 2.480 millones) pero paralizó el asunto. Cuando se volvió a reemprender, la fecha barajada para el término de la operación era octubre de este año.

Sin embargo, un portavoz del ministerio de Fomento comentó la semana pasada que la fecha definitiva para que empiecen a circular los coches es diciembre.