Otro reto para Carballo

"Va a ganar medalla y va a ser la de oro". Así de rotundo y convencido está de las posibilidades de Jesús Carballo su entrenador, Marco Antonio Vázquez. Los dos días de descanso que por primera vez en el calendario olímpico se ha tomado la gimnasia entre los concursos generales (por equipos e individual), y las finales por aparatos, le han venido muy bien a la tendinitis del gimnasta español que aspira a medalla en medio de una polémica sobre la presión a que está sometido.

Mientras su preparador dice que hay que aprovecharlo ya, y es lo que está haciendo, en la federación, en el Consejo Superior de Deportes y hasta su padre, el entrenador del equipo femenino, siguen siendo más partidarios de no forzarle, porque sus Juegos serán los de Sydney. El gimnasta obedece a pies juntillas todo lo que dice su técnico y está de acuerdo con él.

Vázquez se enfrentó ya el año pasado a la federación cuando pidió que fuera el equipo español completo a los Campeonatos del Mundo de Sabae (Japón), para que Carballo se sintiera más arropado. El CSD y la federación consideraron que no era necesario y que Carballo se podía clasificar solo, aunque fuera en las primeras rotaciones con los gimnastas de otros paíes sueltos. Incluso se hizo un informe técnico para contrarrestar el de Vázquez, porque la razón económica también influía. El dinero ahorrado si no mandaban varios gimnastas se podía aprovechar en otras parcelas.

El entrenador de Carballo se queja de que tiene que luchar contra incomprensiones cuando él contesta con resultados. El conflicto mayor es sobre el miedo de que el gimnasta se pueda quemar por querer alcanzar objetivos antes de tiempo. Vázquez es tajante: "Si yo tengo un gimnasta de calidad voy a ganar ya, no tengo por qué esperar a nada. Lo que no gane ahora será ya irrecuperable".La realidad es que la apuesta fuerte del técnico ya tuvo resultados deslumbrantes el pasado mes de abril cuando ganó el título de barra fija en los Mundiales por aparatos de Puerto Rico. Allí no había ejercicios obligatorios y era otro reto para él en los Juegos Olímpicos, donde se los iba a encontrar ante de los libres. Pero también lo ha ganado. Está en la final con la quinta mejor marca sacada de los dos ejercicios en el primer concurso por equipos, 19.374 puntos (9,612 y 9,762), por detrás del ruso Nemov, 19,537 (9,750 y 9,787), del ucranio Vitaly Scherbo, 19,437 (9,687 y 9,750), del alemán Andreas Wecker, 19,387 (9,600 y 9,787), y del chino Fan Bin que logró sólo una milésima más, 19,375 (9,650 y 9,725). Carballo hizo mejor que el otro ruso Alexei Voropaev, 19,362, y que el surcoreano Lee Joo-Hyung y el búlgaro Krasimir Dounev, ambos con 19,299. Quedó fuera de este aparato, a continuación, el campeón del mundo chino Li Xiaoshuang.

El principal enemigo de Carballo será Nemov, porque en el concurso general individual, donde fue segundo y el español 13º también sacó la mejor nota en barra: 9,800. A Vázquez no le preocupa ni eso, ni que también puntuaron mejor que su pupilo Scherbo, con 9,787 y Wecker, con 9,775. Carballo fue ya cuarto, con 9,750, por delante de Voropaev y Dounev, 9,712. Fan Bin no participó, al ser el cuarto chino y sólo participar tres por país entre los 36 mejores, y el surcoreano Lee falló, cayó de la barra y quedó en 9,050.

Carballo ganó en Puerto Rico ante Dounev y Scherbo, los únicos que repetirán en la final olímpica tras los Mundiales. Ni él ni Vázquez temen a ninguno. Una de las cosas que más asombran del gimnasta que no cumplirá los 20 años hasta noviembre es su seguridad. No falla casi nunca, aunque la barra y las paralelas sean sus mejores aparatos y los de suelo y salto, por tener que utilizar más sus maltratadas rodillas, son sus peores bazas.