Cacho habla con la boca pequeña
"He venido para estar entre los ocho primeros", declara
, Fermín Cacho es jugador de mus. Actúa como tal cuando realiza declaraciones en Atlanta: "El año pasado fui octavo en los Mundiales. He venido para tratar de no hacerlo peor, es decir, para estar entre los ocho primeros.. Todo lo que sea mejorar, pues bienvenido sea", manifestó el actual campeón olímpico de los 1.500 metros en su comparencia ante la prensa internacional. Hoy (16.45 horas, en España), afronta la primera eliminatoria.
Lo que dice Cacho es de boquilla. Se miran sus cartas y resulta que a los Juegos llega con una mejora de tres segundos en su tiempo, con respecto a Barcelona 92, con un récord de Europa realizado este invierno, inferior en 10 segundos al registro que tenía hace cuatro anos, y con un record en la milla (1.609 metros), a primeros de mes.
Todo esto no quiere decir que vaya a ganar, pero sí que aquello de los Mundiales del año pasado fue otra partida, en la que no tenía buenas cartas. Las que tiene ahora no son nada malas y el mismo cree que si Morceli no las sabe jugar, volverá a ganarle, como sucedió hace cuatro años.
Sucede que en este periodo han aparecido nuevos jugadores. Uno es El Gerruj (Marruecos) y otro Niyoingabo (Burundi). Este anda jugando al despiste, pues coquetea con los 1.500 metros y los 5.000 y aún no sabe qué partida escoger. Pero, en cualquier caso, ambos también han ganado últimamente a Cacho.
Vistas así las cosas, no anda descaminado Cacho cuando dice que sólo quiere mejorar su octavo puesto de los Mundiales, pues le correspondería el cuarto, pero si a ésto le añadimos que se va a medir ante dos kenianos, Kipkorir y Rotich, que ya le ganaron este año en Lausana, pues se va al sexto lugar.
Pero el mus se juega a tres partidas y en Atlanta van a ser tres las carreras a disputar: hoy las eliminatorias, el jueves las semifinales y el sábado la final. El vencedor será quien gane la última. Cacho quiere esconderse en las dos primeras y jugar de verdad la. final, cuando a los demás se les hayan acabado los faroles en una clásica maniobra de atemorizar a los contrarios, que consiste en mostrar una fuerza desmedida en las primeras carreras para ganarse el respeto de los demás ante la final.Por eso no hay que extrañarse si Cacho ofrece hoy una actuación discreta. "A lo mejor no estoy ni entre los que se clasifican directamente por primeros puestos, sino por la repesca de mejores tiempos", confesó a sus íntimos.
Cacho piensa de verdad que es posible la victoria en estos Juegos. "Morceli es el mejor, lo 'lleva demostrando cuatro años, pero esta temporada ya no vence con tanta diferencia. Comienza a acusar el desgaste de una lucha continua contra los récords. En Atlanta son tres carreras, no hay liebres, cada uno ha de resolver como pueda las situaciones complicadas y la final se puede ganar con 3.34 minutos, un tiempo al que llego con fácilidad", ha declarado en privado.
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