_
_
_
_
Entrevista:

"El madrileño es un pueblo muy fiel y devoto"

Paz Álvarez

Como cada año, aguarda a que hoy ocurra el milagro de san Pantaleón. Como un ritual que viene sucediéndose, más o menos puntual, desde hace 15 siglos la sangre de este santo, médico de profesión martirizado por los romanos en el siglo IV, se licuará ante la fiel mirada de cientos de personas que se esperan de toda España. En la puerta de la iglesia de la Encarnación, el padre Eugenio Ayape, con sus 89 años y 188 centímetros bien plantados, recibirá a todo aquel que se acerque a contemplar, como él califica, este suceso singular. De todo esto sabe mucho este sacerdote navarro, autor del libro La sangre de san Pantaleón en Madrid, que a los 21 años empezó a recorrer el mundo como misionero. Su última parada, él dice que ya definitiva, está en Madrid, en un pequeño refugio de los padres agustinos, bautizado como la casita de los escritores dentro del parque de las Naciones.Pregunta. ¿Cómo llegó la sangre de san Pantaleón al convento?

Respuesta. De una forma curiosa, llegó en el siglo XVII y fue un regalo del papa Pablo V al virrey de Nápoles, cuya única hija llamada Aldonza del Santísimo Sacramento, se ordenó monja en este monasterio. Es un tesoro que perdura porque la sangre se transforma.

P. Dicen que si algún año no se licua, es que una tragedia está próxima.

R. En tomo a este milagro se cuentan muchas cosas, a las que yo no doy pábulo. Lo único importante es que hay mucha documentación escrita a través de los siglos. Y la verdad es que no ocurren tragedias. Algunas veces la sangre se ha licuado en otras fechas. No hay manera de interpretar eso. Yo prefiero ser sobrio, y pregono sólo lo que creo. Y la sangre se licua y después se vuelve a solidificar. Eso se puede ver.

P. ¿Quiénes acuden a prisenciar este milagro?

R. Mucha gente se acerca por curiosidad, pero la mayoría por devoción. Muchos fieles son enfermos, no hay que olvidar que el santo era médico, y vienen a curarse.

P. ¿Muchos madrileños?

R. Muchísimos. El madrileño es un pueblo muy fiel y devoto. Pero vienen autocares de toda España, sobre todo de Andalucía. También vienen muchos extranjeros. Todos quieren besar la reliquia.

P. Pero algunos se quedan con las ganas.

R. Es tal la cantidad de gente que viene que es imposible que puedan entrar, ni aunque se tuviera expuesto durante cinco días pasarían todos. Por eso hemos puesto en la entrada unas pantallas de televisión, que aunque quitan magia, hacen gozar a mayor número de público.

Visitas a la reliquia de san Pantaleón, en la iglesia de la Encarnación (plaza de la Encarnación; metro Opera). De 8.00 a 14.00 y de 17.30 a 21.30.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Paz Álvarez
Periodista especializada en gastronomía. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, tiene un programa de desarrollo directivo por el IESE. En 1993 comenzó a escribir en la sección de Madrid y, en 1997, se incorporó al diario CincoDías, donde creó la sección de Directivos y ha sido jefa de la sección de Fortuna hasta 2022.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_