El gigante de los enanos

Hace ya años que se le consideraba el mejor levantador de pesos del mundo, pero lo ha terminado de confirmar en Atlanta con una nueva hazaña. Naim Suleymanoglu se convirtió la noche del lunes en el primer halterófilo que gana tres medallas de oro consecutivas en los Juegos Olímpicos y se retirará invicto. Se impuso en la categoría de 64 kilos a su principal rival de los últimos tiempos, el griego Valerios Leonidis y de paso sumó dos récords del mundo más a su impresionante palmarés: 45, desde que empezó en los 56 kilos en 1983 y pasó después por los 60. Logró la plusmarca del total con 335 kilos tras ganar la arrancada (alzar la carga de una sola vez) con 147,5 y batir también la plusmarca de dos tiempos (tras una parada de la carga en el pecho) con 187,5. Lo obtuvo en un tercer intento fantástico, tras fallar en el segundo. Ahí se vio incluso su carácter, el mismo que le llevó en 1986 a huir de Bulgaria, su país de nacimiento (se apellidaba Suleimanov), para huir a Turquía al sentirse marginado por ser de la etnia turca.Naim, un forzudo gigante de 1,50 metros y ayer mismo con 63,8 kilos, jamás ha tenido un problema de dopaje. No sólo es una fuerza natural, sino posee una técnica exquisita. La halterofilia, además de potencia, exige una coordinación y velocidad de movimientos fundamental. Es un maestro y ya una leyenda viva.