_
_
_
_

Novios de podio

Ernesto Pérez, medalla de plata, animará a su novia, Sara Álvarez, a conseguir otra

Ernesto Pérez ha llenado de alegría a todo el yudo y a la delegación española. Quinto en los dos últimos Mundiales, era uno de los muchos deportistas españoles que podía soñar con medalla, porque su nivel se lo permite. Sólo faltaba el empujón justo en el momento decisivo. "Soñar he soñado cuatro años, pero luego fui combate a combate pensando en cada momento lo que tenia que hacer. El trabajo ha sido duro, pero ha merecido la pena".El subcampeón olímpico no sólo ha puesto el trabajo técnico y físico, sino también la deteminación absoluta de los campeones: "Mi meta era triunfar el día 20 de julio. Me tenía que salir y no me quedaba otro remedio. Me comentaban que el sorteo era muy difícil, pero a mí me daba lo mismo. Aquí se viene a ganar y a competir con los mejores, y que te toque un sorteo malo o bueno da igual, al final tienes que luchar con ellos. Si no eres un poquito echao palante y no vas con chulería diciendo aquí estoy yo, a ver quién tiene lo que hay que tener para ganarme, no ganas nunca". Pérez, madrileño de pura cepa del barrio de Bilbao, ha aprovechado perfectamente los seis meses de permiso que le dio Telemadrid, donde trabaja como técnico electrónico. "Hombre, yo trabajaba siete horas, fichando como cualquiera y luego iba a entrenarme. Así he tenido más tiempo y aquí están los resultados. Estoy muy agradecido".

Mañana será el primer, animador de su novia, Sara Álvarez, otra madrileña que acaba de cumplir el día 10 los 21 años. Sara casi acaba de llegar a la élite y ya tiene su historia. Es la que quitó la plaza olímpica a Miriam Blasco en la categoría de menos de 61 kilos. Sara, sonriente y nerviosa, estaba especialmente presente en el grupo de compañeros que animaban a Ernesto en las gradas durante los combates y recibió después el pequeño ramo de flores que se entrega a los medallistas. Discretamente, en un momento, se acercó a Ernesto y le dijo algo al oído. "No es una buena noticia", comentó. Se refería quizá a que no van a poder estar juntos tan fácilmente en la Villa Olímpica en cuanto termine Sara la competición. Pero gane o pierda Sara la pareja ya tiene medalla.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_