La cabeza de Óscar rescata los puntos
España gana a Arabia Saudí en su estreno por un escueto 1-0
La cabeza milagrosa de óscar permitió a última hora, cuando los árabes andaban dando los peores sustos, un estreno con victoria. España, el actual campeón olímpico, sumó sus primeros puntos. Pero lo pasó mal hasta el final. Porque Arabia Saudí no fue el dulce caramelo que insinuaban los pronósticos.España descorchó el partido con los peores síntomas. Sin encontrar el sitio, algo sorprendida por la fogosa salida de Arabia Saudí y, lo que es peor, sin tener noticias de la pelota. Fue, eso sí, una sensación pasajera. El combinado de Clemente despertó justo cuando Anouar le pegó un susto malintencionado a Mora El aviso, la cercanía de un gol en contra, espabiló a los españoles.España cogió el mando. Aunque sin demasiados alardes, fue encerrando al rival en su territorio rival. Y las ocasiones empezaron a sucederse, aunque no por la vía esperada. No fue la sociedad De la Peña-Raúl (este último comenzó en la media punta, con Morientes por delante) la que construyó las oportunidades. El peligro llegó por las bandas, sobre todo la que explotó Lardín, y por los globos que desde allí se lanzaban sobre el área. Por alto, por los balones que viajaban por la azotea de su área, Arabia Saudí encontró problemas. Y España hurgó en esa herida con insistencia. De hecho, por allá arriba pudo llegar antes el primer gol nacional (dos de esos balones que el combinado de Clemente colgó sobre el área acabaron en los postes).
La mejor fase española murió con el primer tiempo. Porque la segunda mitad devolvió la Arabia Saudí inicial. España siguió al mando, abusando en exceso de las ollas, pero el veneno lo inyectaba el rival, que se alejó de esa imagen blandota que se le suponía. Arabia se divirtió al contragolpe. Mientras España lo intentaba por la vía de la insistencia, de la perseverancia en las acometidas, Arabia buscaba su suerte de cuando en cuando de una forma más directa. Y así, poco a poco, gustándose en ocasiones, los árabes se fueron plantando con peligro ante Mora. Y demasiadas veces, pero el guardameta estuvo soberbio. Cuando el balón le superó, sólo una vez, apareció la cabeza de Santi para salvar los muebles.Al final pudo la insistencia -el arma española-, con el contragolpe la estrategia árabe-. Cuando peor lo pasaban los campeones olímpicos (Clemente había retirado del campo a De la Peña para dar entrada a un defensa, Karanka) irrumpió el gol. Y llegó, claro, por arriba. Mendieta colgó por enésima vez la pelota sobre el área y óscar, un experto en las llegadas desde atrás, rescató la victoria.
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