_
_
_
_
TOUR 96

Induráin, contra sus pulsaciones

Carlos Arribas

Fernando Escartín (6º), siempre resistente en los últimos días, podría avanzar una plaza, pero el podio lo tiene prácticamente inaccesible (a dos minutos y 58 segundos) e, incluso, podría verse adelantado por Ugrumov (7º a 25 segundos); Olano y Rominger podrían meterse en un baile entre sus plazas, la novena y la décima; Riis y UlIrich tienen seguras sus posiciones; Induráin, seguramente, no podrá acabar entre los 10 primeros... El resultado más espectacular que podrían rendir los 62 kilómetros de lucha individual de hoy, entre Burdeos y Saint Emilion, sería, en todo caso, uno poco probable: que el suizo Laurent Dufaux echara del podio a su compañero de equipo e ídolo entre los franceses Richard Virenque. Algo posible deportivamente, pero asunto de ciencia-ficción globalmente. Nunca una última contrarreloj del Tour había tenido menos alicientes, al menos si de españoles va el asunto. A menos que...Estén en las condiciones que estén, si Olano e Induráin, los dos mejores especialistas, participan en una contrarreloj llana de 62 kilómetros muy mal tienen que estar las cosas para no tener en cuenta su candidatura. Para ambos, el ejercicio es no sólo una cuestión de orgullos heridos -en ese caso igualarían el ansia de Riis, que quiere engordar aún más su cabeza con pruebas de indestructibilidad, o el de Berzin y Boardman, pasantes en la montaña e incógnitas la víspera-, también lo es de pruebas contra sí mismos. Más motivación que nadie, lo mismo que Rominger, tendrán, pero no es un caso éste en el que la voluntad sola mueva montañas. El corazón -el músculo liso que funciona como uno estriado, a latidos- también cuenta.

Cuando Induráin alcanzó su mejor forma esta temporada, cuando todo hacía prever un sexto Tour, en la etapa del Izoard en la Dauphiné -aquella en la que giraba el manguito de su manillar y aceleraba hasta arruinar a sus rivales-, su corazón Regaba a las 185 pulsaciones por minuto y allí, lindando su umbral, aguantaba durante 55 minutos. En este Tour, tal nivel sólo lo encontró una vez, y le duró poco tiempo antes de entrar en acidosis, en el vacío de fuerzas. El resto de los días de montaña ni siquiera pudo acercarse a sus límites. Era tal su agotamiento que cuando Riis giraba el manguito -la operación tan querida por el grande Induráin-, el corazón del navarro no pasaba de 170 pulsaciones: los músculos no daban más de sí para acelerar su válvula. Tenían que permanecer en un segundo escalón, el de los derrotados. La señal de baja forma en todo su esplendor.

Descontando a Olano, claro. El campeón del mundo lo perdió todo en el Soudet. "Me obligaron a chocar contra un muro", dice. En aquel puerto, en el que perdió su plaza en el podio merced a la táctica del todo o nada de su equipo, Olano estuvo a punto de bajarse de la bicicleta y decir au revoir al Tour. Sin embargo, sorprendió a todos en el medio llano, en los kilómetros finales de la etapa de Pamplona. Actuación de la que se puede deducir una cosa: en la alta montaña tiene actualmente un tope irremontable, pero eso no quiere decir que esté mal.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Carlos Arribas
Periodista de EL PAÍS desde 1990. Cubre regularmente los Juegos Olímpicos, las principales competiciones de ciclismo y atletismo y las noticias de dopaje.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_