La reina de Inglaterra hace público el acuerdo de divorcio de Carlos y Diana

Quince años después de su boda, el 29 de julio de 1981, los príncipes Carlos y Diana de Gales se divorcian y ponen fin a una unión matrimonial jalonada por escándalos que han dañado la imagen de la corona británica. El acuerdo "amistoso" a que han llegado fue anunciado ayer por el palacio de Buckingham, la residencia oficial de la reina Isabel II de Inglaterra, y los términos del mismo han sido ajustados con precisión por los abogados de ambos. Conforme a lo acordado, Diana, de 35 años, perderá el tratamiento de alteza real, pero podrá seguir utilizando el nombre oficial de "Diana, princesa de Gales" cuando, a partir del 28 de agosto, quede formalizado el divorcio. También podrá disponer del Real Escuadrón en sus vuelos oficiales, insignias y títulos. Además, vivirá en el palacio de Kensington y continuará siendo miembro destacado de la familia real en su condición de madre de un futuro rey de Inglaterra, el príncipe Guillermo (14 años), cuya custodia, junto con la de su segundo hijo, Enrique (11 años), compartirá la pareja. Los dos hijos vivirán con Diana. Una cláusula confidencial impedirá que Diana revele los detalles del acuerdo económico, pero se estima que recibirá entre 3.000 y 3.500 millones de pesetas, lo que le reportará unos sustanciosos ingresos para sus abultados gastos. Además, percibirá 80 millones al año.