La recién creada comisión de seguridad de Parla decide el número de dobladores para los próximos encierros

El Ayuntamiento de Parla, en colaboración con las peñas taurinas locales, ha creado una comisión de seguridad, con el fin de minimizar los riesgos con vistas a los encierros que se celebrarán dentro de dos meses durante las fiestas patronales de septiembre. Los festejos del año pasado se ensombrecieron después de que un hombre muriese y otro resultara herido de gravedad.Esta comisión, que inicia esta semana sus reuniones, está formada por el alcalde, el socialista José Manuel Ibáñez, un representante de cada grupo político (PSOE, Izquierda Unida y PP), el director de Cultura y un representante de las peñas. Durante las reuniones, se planificará el recorrido, se verán vídeos de cogidas en encierros y se concretará el número de dobladores. Según el regidor, la principal preocupación consiste en controlar el aforo de la plaza y evitar la presencia de menores en el recorrido. Para Ibáñez, "lo ideal son unos encierros tipo San Fermín, con una capea de vaquillas a continuación; sin embargo, no se pueden implantar de un año para otro, porque aquí la tradición es otra". La empresa Sarot será un año más la adjudicataria de los festejos taurinos, por nueve millones de pesetas.Los partidos de la oposición han denunciado el mal estado de la plaza de toros portátil donde concluye el recorrido de los encierros.

Las deficiencias se centran en la puerta de chiqueros, en los tendidos y en los asientos, así como en aseos y contenedores que se encuentran llenos de suciedad. Según el Partido Popular, la reparación de estas deficiencias costará unos 12,5 millones de pesetas.