Un día de recuperación y confirmación

Por lo menos no nos hemos mojado. Y tampoco nos hemos dado, la mayoría, la gran paliza. Era un día de recuperación. Yo he tratado de gastar lo menos posible y esperar a Sestriere, que será un día difícil.He hecho la contrarreloj tranquilo, pero sin pasarme, controlando, porque si me hubiera dormido me habría pillado el cierre de control. Así que he cogido un ritmillo majo. José Miguel, que me ha dirigido, ha ido tranquilizándome todo el tiempo.

El ambiente de la cena ha sido el mismo que el día anterior, o sea, bueno. Todos sabíamos que lo de Miguel había sido una pájara, no importaba que se hubiera quedado, y todos preveíamos que hoy iba a confirmar eso. Así que no ha sido ninguna sorpresa.

A ver si llegan días mejores de tiempo. Ahora nos avisan que a lo mejor suspenden la subida al Iseran porque ha nevado. No sé si sería mejor o peor. Quieras que no, salir de parados hacia arriba y lloviendo puede ser muy duro. Pero si vas bien, si te quitan un puerto, te quitan una posibilidad de atacar o de endurecer la carrera. Por otro lado, si vas mal, te hacen un favor, quitan una oportunidad a los rivales de machacarte. Ya veremos en qué queda la cosa.

Ya he cumplido mi primera semana de mí primer Tour. Y creo que bien. Por fuera, me - imaginaba una carrera distinta a todas las que conocía, una prueba con una tremenda envergadura. Por dentro la he vivido con tensión, sabiendo que cualquier -detalle cuenta, que no podía permitirme el menor descuido. Me dije "esto es el Tour" y, nada, a ira tope, hasta casi perder el conocimiento.

Personalmente estoy contento. Tenía mis dudas y las he ido superando. Hasta me pondría un notable por lo que hice en la etapa del sábado: era un día de alta montaña y allí estuve, cumpliendo con el trabajo que tenía que hacer. Sentirte solo tirando de un grupo y notar que cada vez quedan menos detrás, que los del grupo que te sigue cada vez están más lejos y que vas cogiendo a los escapados te da alas, aunque fríamente mirado no es más que el trabajo que tienes que hacer, que es el sitio donde debes estar y que luego otros tendrán que rematarlo. Es una faena que te va dando ánimos según la haces.