DESPEJA INCÓGNITAS
El príncipe Philippe, de 36 años, hijo del rey Alberto II y la reina Paola, será el próximo rey de los belgas. En una reunión informal con periodistas, el príncipe ha afirmado que está dispuesto a suceder a su padre si éste abdicaba o fallecía. Se zanja así, por el momento, la controversia sobre quién ocuparía el trono de Bélgica tras Alberto II: si su primogénito PhIlippe, soltero y sin descendencia, o su hermana Astrid, con 34 años y tres hijos, lo que garantizaría la continuidad de la dinastía. Las especulaciones surgieron en 1991, cuando una reforma constitucional abolló la Ley Sálica. La reforma, que permitía el acceso de las mujeres al trono, parecía destinada a abrir la vía de la sucesión a la princesa Astrid.-
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