Objeción de conciencia
Escucho, asombrado, al nuevo ministro de Defensa, Eduardo Serra, hablar de los objetores de conciencia como los listos que eluden el cumplimiento de la ley y de sus obligaciones frente a los chicos cumplidores que realizan el servicio militar. ¿Acaso ignora que hay una ley que regula la prestación social? Ambos servicios tienen sus ventajas e inconvenientes dentro del sacrificio que suponen para los jóvenes. Los objetores también nos sacrificamos y nos vemos obligados a abandonar estudios y trabajo, con el agravante de estar cuatro meses más que los soldados. Declaraciones como las del señor Serra no hacen más que criminalizar a un colectivo que se encuentra afortunadamente dentro de la ley desde hace un par de años. Lamentablemente, parece que vuelven los tiempos del "para ser un hombre hay que haber hecho la mili". ¿Es esto progreso? Sinceramente, creo que no.-
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