_
_
_
_
EURO 96

Italia muere con grandeza

Alemania decepciona y es apabullada, pero sobrevive y apea a un gran rival

Santiago Segurola

, Italia hizo de la necesidad una virtud, pero su vigoroso partido no le sirvió para derrotar a los alemanes, que vivieron atrincherados, sin juego, más sostenidos por la fortuna que por otra cosa. Alemania, que puso al portero Peruzzi de vacaciones, tuvo una actuación decepcionante, pero sobrevivió, como suele ocurrir en estos torneos. Y de paso se quitó un rival temible para las próximas rondas. Italia fue mejor, pero pagó el pecado de soberbia de Sacchi en el partido contra los checos, un pecado que difícilmente le será perdonado.Sobre el orden, la negación de espacios y el coraje, Italia apabulló a Alemania en el primer tiempo. Si tuvo algún defecto, fue el exceso de ansiedad, la urgencia que se derivaba de la obligación de vencer. Hubo un punto de atropello en algunos momentos pero la autoridad italiana resultó escandalosa en varios. pasajes. Alemania se achicó hasta alcanzar la vulgaridad. Ni tan siquiera daba pinta de equipo acerado, según la vieja tradición. Se refugió en su área, aguantó la tormenta como. pudo y se olvidó de jugar. La portería italiana nunca estuvo en los planes de los alemanes, satisfechos con mantenerse de pie ante un equipo lleno de temperamento.

La selección italiana se resolvió con el perfil de Sacchi. Su construcción defensiva fue espectacular. Achicó con precisión y contundencia. El acordeón presionante resultó imposible de superar para los alemanes, que no encontraban medio metro para pasar. En un sentido estricto, no tenían pasadores. Sus dos alternativos eran el libre Sammer y Moller, convertido en organizador por las grandes deficiencias de Eilts, un armario sólo facultado para chocar por delante de su defensa.

Pero ni Sammer ni Moller pudieron pensar. Sammer, un antiguo volante de ataque reconvertido o en líbero, se descompuso en varios momentos. En uno de ellos, recién comenzado el encuentro, perdió la pelota frente a Casiraghi, que se lanzó directo hacia el área, donde fue derribado por el portero alemán. Además dé penalti, era expulsión. Pero el árbitro se quedó a medias v sólo sancionó la falta. Entonces se advirtió la fatalidad italiana. Zola tiró mal el penalti y Kopke lo desvió. La historia del partido siguió por ahí: Italia con mando en plaza, con un poderío notable, con juego. Pero nada. Alemania pasó y ella se quedó fuera.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_