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El Banco de España pide reformar el mercado laboral y que el salario deje de vincularse al IPC

El Banco de España mantiene la inflación y el déficit como los dos grandes problemas de la economía española. El gobernador, Luis Ángel Rojo, advierte, en su discurso ante el consejo de gobierno, que "ni la tasa de inflación ni los diferenciales de los tipos de interés a medio y largo plazo han descendido aún en medida suficiente"; denuncia "la insensibilidad de los salarios ante la reducción de la tasa de inflación" y defiende la liberalización de los mercados. El informe anual del banco respira por la misma herida. Los problemas de fondo son "el mantenimiento de un déficit todavía abultado" y "la pervivencia de numerosas rigideces en los mercados"; propone mantener el rigor presupuestario y flexibilizar del mercado de trabajo.

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El Banco de España mantiene su apuesta por el rigor presupuestario y defiende la liberalización de los mercados. Tanto el gobernador del Banco de España, Luis Ángel Rojo, en su discurso ante el Consejo Ejecutivo del Banco, como el Informe Anual de la institución, lanzaron ayer dos mensajes paralelos y coordinados para insistir en el grave problema del déficit público y la urgencia de liberalizar los mercados renuentes a la competencia, en especial el de trabajo. El Banco insiste en suprimir los mecanismos de indiciación salarial (normalmente, el IPC).El banco entra de lleno en el debate sobre el coste del despido. "Las disposiciones legales encaminadas a encarecer la extinción de los contratos para asegurar el mantenimiento del empleo por encima de los avatares de la situación económica se ha visto rotundamente desmentida por la experiencia ( ... ) al constatarse que el volumen de empleo temporal ha resultado ser más sostenible a medio plazo, mientras que el empleo indefinido ha tendido a disminuir progresivamente". El mercado de trabajo tiene una limitada capacidad de generación de empleo, porque las rigideces "en la reglamentación de las condiciones de ajuste del empleo y la desigual protección legal de la que gozan diversos colectivos de trabajadores han tendido a propiciar una evolución salarial muy resistente a la baja".

El mensaje más explícito sobre la necesidad de liberalizar el mercado de trabajo para reducir la inflación, aparece en el Informe: "Siguen siendo necesarias medidas adicionales orientadas a crear unas condiciones mas homogéneas de flexibilidad y protección para todos los ocupados y que permitan impulsar, con continuidad, la creación de empleo estable. ( ... ) Cobran especial significación la adaptación de la estructura salarial a las diversas situaciones económicas de las empresas y a los niveles de cualificación de las plantillas, así como los mecamismos de indiciación salarial que todavía subsisten. Estos mecanismos carecen de justificación porque la economía española está en tasas bajas de inflación".

Una política económica difícil

Rojo es cauteloso sobre los precios. "Las interrupciones, aun presuntamente pasajeras, en el proceso de desaceleración de la tasa de inflación han de verse con aprensión". Denuncia "la insensibilidad de los salarios negociados, tras una moderación notable en años anteriores, ante la reducción de la tasa de inflación, así como la persistencia en la amplia utilización de claúsulas de indiciación de los convenios". Avanza que "el diferencial de los tipos a largo plazo entre España y Alemania, aún deberá descender considerablemente".Según Rojo, "el margen potencial de descenso de los tipos a corto no puede determinarse con independencia del avance las políticas de ajuste fiscal y del comportamiento de la inflación". El informe analiza el desajuste duramente. "Una política presupuestaria desequilibrada, como la que actualmente existe, constituye una fuente generadora de presiones inflacionistas".

La recomendación del Banco para reducir el déficit es imprecisa: "Debe avanzarse hacia el restablecimiento del equilibrio presupuestario mediante la introducción de las reformas necesarias para limitar la expansión del gasto público". Insiste: "Cobra particular importancia ( ... ) seguir un control estricto para evitar desviaciones sustanciales de los gastos realizados con respecto a los presupuestado, ya que estas desviaciones restan fiabilidad a la restricción presupuestaria". Para Rojo, el déficit es apremiante. "Cuanto más se acerca 1997 más importante resulta que la política presupuestaria avance con decisión hacia una reducción sustancial y sostenible del déficit público, abordando las reformas necesarias para que la evolución del gasto público pueda financiarse de manera estable por la capacidad recaudatoria del el sector público sin aumentar la presión fiscal".

Liberalizaciones

"Apostar por márgenes de flexibilidad sustanciales en la interpretación de los criterios de convergencia o por retrasos en el calendario ( ... ) supondría correr graves riesgos, que pondrían a la economía a expensas de los castigos de los mercados y la someterían, en último término, a fuertes restricciones, que afectarían tanto a su estabilidad financiera a corto plazo como a sus propias posibilidades de converger en el futuro" dice el informe.El mensaje paralelo en el discurso de Rojo y el informe del Banco se cierra con la exigencia de liberalización de los mercados, porque existen sectores protegidos de la competencia que salvaguardan sus márgenes de beneficios mediante aumentos de precios. Estos sectores protegidos aceptan "más fácilmente las demandas salariales". El gobernador es contundente: "Si los objetivos de reducción de la inflación no van acompañados de un progreso visible en la liberalización de la economía y en la eliminación de las intervenciones administrativas que perjudican el adecuado funcionamiento de la competencia, la tarea de mantener de manera continuada la confianza de los mercados en la orientación antiinflacionista de la política económica puede resultar muy ardua. El Banco ha de alentar (...) la liberalización que ha iniciado el Gobierno".

El Banco exhibe un escepticismo palpable. "El ritmo de crecimiento de los salarios nominales dista mucho de ser compatible con los objetivos de inflación", opina. Además, "la existencia de tipos a largo plazo elevados ( ... ) revelan las dudas que subsisten en los mercados acerca del curso futuro de los precios y del ritmo al que, finalmente, vaya a instrumentarse el proceso de consolidación presupuestaria".

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