La folclórica, el nazareno y la azafata turca
La exposición de Buenas prácticas en lenguaje de la ONU-, que durante las dos últimas semanas ha podido contemplarse en los muelles de Estambul con motivo de la celebración de la Cumbre de las Ciudades, ha sido interpretada de diversas formas por los países que han acudido a ella a mostrar sus ejemplos de buen urbanismo. España se quedó en un plano intermedio entre la promoción turística de Italia y Yemen y el esfuerzo por mostrar los logros de Alemania y Brasil, con buena edición de libros y folletos, pero con austeridad en el planteamiento.La experiencia de remodelación de barrios de la periferia de Madrid ha quedado expuesta en dos paneles, un vídeo y varias pilas de folletos, que se agotaban rápidamente. Nada más, a pesar de mostrar como pocos lo que se ha intentado promover en Estambul: el "partenariado", o sea, la colaboración entre ciudadanos y administraciones.
La escasa representación oficial de España en la cumbre de Estambul ha impedido dar más realce al pabellón y a la experiencia madrileña. La mayor. parte del tiempo, el puesto estuvo atendido sólo por una azafata turca; aunque hablaba español, eso sí. No se programó ninguna presentación oral en la sala de conferencias y ocupó la mitad del espacio del stand, que compartía con otros ocho ejemplos españoles de menor entidad.
Rodeando los paneles, enormes. carteles con los supuestos arquetipos españoles: boxeadores, folclóricas, monjas, nazarenos, obreros de la construcción y policías. Un miembro de la delegación española confesó que incluso estuvieron a punto de traer imágenes más rancias, como señores con ristras de ajos, que no obtuvieron el visto bueno del Ministerio de Fomento.
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