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EURO 96

Sergi: "El equipo no está muerto"

"Un sexto sentido me dijo que yo iba a marcar", confiesa Caminero

Ramon Besa

¡Hay que ir a morir!". El grito retumbó entre las cuatro paredes del camerino visitante cuando el grupo español enfilaba el camino hacia la cancha de Elland Road. El colectivo de Clemente regresó dos horas más tarde cantando: "!Estamos vivos!". Muy bélico desde el principio hasta el final.No hay lugar en el Europeo para las contemplaciones. Los partidos se juegan cada día a vida o muerte pese a que incluso pueden acabar en empate, un resultado que, por otra parte, verifica, el poderío de unos y otros: los franceses sumaron su partido número 25 sin perder y los españoles, el 18.El discurrir del choque abonó la tesis de que sería difícil que uno de los dos contendientes cayera. El gol de Djorkaeff, sin embargo, cambió la tendencia y puso a España en la tumba: Francia llevaba cinco partidos consecutivos sin encajar un gol. Caminero levantó la losa y redimió al equipo español cuando medio estadio había posado ya un ojo en el reloj y otro en la cancha. El toque épico del final acabó por seducir del todo a Clemente: "El final ha sido muy intenso. Tres de los nuestros no podían. Fernando Hierro estaba muerto y tanto a Amavisca como a Caminero les han dado calambres".

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"Yo no miré al marcador", aseguró el seleccionador. "Tenía fe en mi equipo". "No sabía cuantos minutos faltaban para que acabara el partido", prosiguió. "No me preocupé en mirarlo porque Francia estaba muerta. Eran nuestros. El gol tenía que llegar". Y llegó a falta de seis minutos del ding-dong. El autor, Caminero, confesó: "Cuando llegué al estadio un sexto sentido me dijo que yo iba a marcar".

Y pudo ser un sexto sentido, pero también pudo ser la necesidad. Caminero necesitaba ese gol. Tenía que firmar como fuera un detalle decisivo, protagonizar un gesto trascendente, para calmar la lluvia de reproches que se había ganado tras su confusa espantá del Atlético. "Se lo dedico, como está escrito en mi camiseta de ropa interior, a mi hija Lidia. Y también a mi familia y a toda la afición del Atlético, por habernos aguantado cuando las cosas iban mal. No es, en cualquier caso, mi mejor gol, porque el partido de mi vida está aún por llegar".

Zubizarreta apeló a la fe para explicar el despertar de España: "En el fútbol, además de trabajo, hay que poner voluntad. Y esa fe, esas ganas en querer ganar, nos ha metido hoy en el partido y en la Eurocopa. Estamos ahí, porque creímos en nuestras posibilidades".

"El equipo no está muerto como habían aventurado algunos", puntualizó Sergi. El lateral del Barça se dejó llevar: "Hoy les hemos cerrado la boca. Estábamos tan mentalizados de que debíamos dar la talla como de que la daríamos. Espero ahora que quienes decían que Francia era un rival óptimo para medirnos no digan que los franceses no han estado a la altura". Y acabó: "Estaba convencido de que como mínimo empataríamos. La última vez que miré al reloj quedaban nueve minutos para acabar y, desde entonces, sólo me dije: saldremos vivos de ahí".

Clemente: "El equipo debe tener mayor poder arriba"

La mirada de pillo iluminaba su rostro. Javier Clemente parecía contento y cuando por delante suyo, en el podio de la zona mixta del estadio, se cruzó con Aimée Jacquet y le saludó moviendo la mano para no interferir su conferencia de prensa le devolvió el saludo guiñándole el ojo y levantando el pulgar."Ha sido un partido muy difícil", argumentó el seleccionador español. "Francia llevó el control del juego en el primer tiempo", prosiguió "porque su sistema y técnica se ha impuesto. Luego, en el segundo tiempo, y tras encajar el gol hemos reaccionado, modificamos nuestra actitud, arriesgamos y el equipo se metió en el campo francés". Clemente elogió el esfuerzo del grupo y le invitó a jugar en el futuro con la misma actitud que en la última media hora de ayer: "El equipo debe tener mayor poderío arriba, y lo hemos conseguido con los cambios. Entonces tuvimos el control, jugamos bien los balones aéreos y conseguimos que Francia tuviera que estar de espaldas al juego. No sabía que hacer. El cuero les sobrepasaba".

El principal asunto futbolístico pendiente es encontrar el acompañante ideal de Fernando Hierro en la divisoria. Los franceses, mientras, se martirizan por la controversia que ha provocado la ausencia de Cantona.

Los búlgaros apearon a Francia de la fase final del Mundial 94 con un gol en el último minuto de Emil Kostadinov en el Parque de los Príncipes tras un error de David Ginola, el otro gran ausente en las filas francesas. Era el 17 de noviembre de 1993. El martes, Francia quiere tomarse ahora la revancha y dejar a Bulgaria fuera de la Eurocopa.

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Sobre la firma

Ramon Besa
Redactor jefe de deportes en Barcelona. Licenciado en periodismo, doctor honoris causa por la Universitat de Vic y profesor de Blanquerna. Colaborador de la Cadena Ser y de Catalunya Ràdio. Anteriormente trabajó en El 9 Nou y el diari Avui. Medalla de bronce al mérito deportivo junto con José Sámano en 2013. Premio Vázquez Montalbán.

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