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Ratificada ante el juez la denuncia de agresión sexual contra jugadores del Hércules

Las dos jóvenes de 18 años que acusan de agresión sexual y retención ilegal a siete jugadores del Hércules y a su preparador físico ratificaron ayer la denuncia ante la titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Alicante. Yolanda y Laura declararon por separado que en todo momento se sintieron amenazadas y privadas de libertad de movimiento durante los hechos ocurridos el 19 de mayo en la habitación de un hotel donde estaba concentrado el equipo para preparar el último partido de Liga. Los acusados son los jugadores Arroyo, Lledó, Palomino, Varela, Paquito, Garzón y Alfaro y el preparador físico, Fernando Muro. Todos se encuentran en libertad provisional sin fianza, a disposición del juzgado.Las jóvenes declararon durante una hora y 40 minutos en presencia del fiscal y los letrados de acusación y defensa, quienes calificaron de "muy escabroso" el relato de los hechos. Las chicas se presentaron cerca de la medianoche en el hotel Hesperia "después de recibir una invitación del jugador Garzón para asistir a una fiesta", asegura el abogado de las denunciantes, Javier Llopis. "Una vez en la habitación, y después de comprobar que no había ninguna fiesta, las jóvenes decidieron marcharse, aunque Garzón les pidió que esperaran un poco más. A los 15 minutos", continúa el abogado, "irrumpieron de forma violenta y completamente desnudos los otros seis jugadores y el preparador, quienes se abalanzaron sobre ellas y las tocaron agresivamente por todo el cuerpo, excepto Garzón". Las jóvenes añaden que después de la presunta agresión los jugadores cerraron la puerta con llave y les impidieron salir durante dos horas y media. "Luego recibieron una nota, que se quedaron los futbolistas, donde las llamaban tontas y estrechas y les decían que no saldrían de allí si no mantenían relaciones sexuales", agrega Llopis.

Miedo a la denuncia

El letrado justificó que las jóvenes tardaron 15 días en presentar la denuncia por miedo a la reacción de sus padres y de los fútbolistas, aunque se animaron a desvelar los hechos después de que otra joven denunciara al jugador Alfaro por propinarle un puñetazo en un bar. El abogado de los jugadores, José María Gally, mantiene que las dos versiones de los hechos son completamente contradictorias. "Es cierto que los futbolistas gastaron una broma de muy mal gusto, pero me aseguran que no hubo en ningún momento agresión sexual", afirma. El Hércules ha creado una comisión interna para tratar de esclarecer los hechos por si se derivara algún tipo de sanción al margen de los cauces judiciales.

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