Roig asegura que Romario jugará la segunda vuelta con el Valencia
"Tengo firmado a Romario", alardeó ayer nada más bajar del avión ante los periodistas. El presidente del Valencia, Francisco Roig, ansiaba pronunciar esta frase desde hacía tres años. Estaba visiblemente fatigado por los tres días de intensa negociación en Río de Janeiro (Brasil), con el jugador, su agente y el club, el Flamengo. Pero cuando entró en detalles salieron a la luz los puntos negativos de la negociación. Sobre todo, reconoció que Romario no debutará con el club de Mestalla, casi con toda seguridad, hasta la segunda vuelta de la Liga, en enero de 1997. El secretario técnico del Valencia, Jesús Martínez, había avanzado que el brasileño estaría en la presentación del equipo el 15 de julio.
Los contratos publicitarios que sufragaron buena parte del traspaso de Romario del Barcelona al Flamengo obligan al futbolista a permanecer en Brasil hasta el final del campeonato, en diciembre. El presidente del Valencia buscó el lado positivo del asunto: "Romario ha rescindido sus contratos con estas casas publicitarias para el año que viene, con una indemnización que luego el Valencia le pagará a él", afirmó. Aunque admitió que aún no había firmado el traspaso con el Flamengo.Roig hizo hincapié en la buena disposición del presidente del Flamengo, Kléber Leite, para traspasarle a Romario por una compensación asequible en octubre o noviembre si el club brasileño se proclama campeón varias jornadas antes de que finalice el torneo. Esta compensación consistiría en unos 250 millones de pesetas y el traspaso de Mazinho. El Flamengo, que cuenta con una plantilla de gran nivel, con jugadores como Savio, Mancuso, el recién fichado Bebeto y el propio Romario, acaba de ganar la Liga local de Río de Janeiro y es el favorito del campeonato nacional junto al Palmeiras.
Después del 31 de diciembre, Romario vendría al Valencia con la carta de libertad. Pero la operación puede encarecerse. En un principio, fuentes del Valencia decían que el jugador cobraría 250 millones de pesetas por una temporada, con opción a una segunda. Ahora, se habla de un contrato de ocho millones de dólares (más de 1.000 millones de pesetas) por dos temporadas. Roig se negó ayer a dar las cifras exactas: "¿Para qué lo voy a decir?, si no me van a ayudar a pagarlo", respondió con evasivas. El retraso también se debe al FC Barcelona.
Al traspasar a Romario al Flamengo, impuso una cláusula de penalización por la que cualquier club que fichara al brasileño antes de que acabara su contrato debería pagarle al club catalán 900 millones de pesetas. Un consejero del Valencia, Juan Ruiz-Huertas, viajó ayer a la sede de la UEFA en Suiza con una copia de este contrato, entregada por Romario, para impugnar la claúsula. El Valencia cree que es ilegal porque impone una obligación a Romario y al Flamengo sin ofrecerles ningún derecho a cambio. Fuentes de la UEFA y del Barcelona dudaban ayer de esta presunta ilegalidad.
El Barça, por su parte, espera recibir la indemnización de unos 900 millones de pesetas si Romario juega finalmente en el Valencia o cualquier otro equipo español antes del próximo mes de enero. La directiva azulgrana aceptó justo dos años antes -en enero de 1995- traspasar a Romario al Flamengo cuando éste alegó que sentía una terrible nostalgia de su país. El Barça accedió a desprenderse del futbolista, en calidad de cedido, por una suma que rondó los 500 millones de pesetas, pero desgranó una serie de cláusulas para evitar precisamente que el brasileño acabara recalando rápidamente otra vez en España o en cualquier otra liga europea.
"Nosotros nos teníamos que curar en salud. Respetamos la voluntad de Romario, pero no a tolerar que el Flamengo hiciera luego negocio a costa nuestra", explicó Josep Maria Antras, portavoz de la junta directiva. El también asesor jurídico del Barça recalcó que no se trataba de sacar tajada, si no de respetar los derechos del club.
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