Juventudes rebeldes
A veces me pregunto qué hago yo en este mundo de locos, inverosímil e incoherente... La verdad, no lo sé. Una cosa sí es cierta: nosotros los jóvenes al final nos daremos cuenta, para qué estamos aquí. Unos están luchando día a día para intentar abrirse paso en esta sociedad, otros simplemente están en una etapa de continua diversión, eso sí, a costa del sacrificio diario de sus padres, otros optan por dejar pasar los días sin hacer nada, y planteándose qué serán el día de mañana. Yo soy de los que pertenecen a los del primer grupo. De todas formas, esto no se trata de una crítica a la gente joven, sino más bien de todo lo contrario, es un intento de reflejar la juventud de nuestros días, lo más real posible. Vivimos en un mundo desenfrenado, en el que si no tratas de subirte en él, éste acabará atropellándote, existen multitud de medios para conseguirlo; mediante el sacrificio y entrega al estudio, que por cierto, hoy no es como antes, hay muchas más oportunidades para ello, gracias a la labor realizada por el Gobierno del PSOE, hoy cualquier joven, de familia sencilla, tiene opción a estudiar una carrera. También otros empiezan a trabajar duramente a tempranas edades por problemas familiares, y ves que muchos llegan a ser algo a tempranas edades (20-25 años), y otros simplemente se quedan ahí estancados, como muchos de mis amigos, que sólo les da el trabajo para ayudar a la familia y algunos caprichos.No obstante, a veces, me avergüenzo de los padres que permiten que sus hijos (ya que no, quieren estudiar) estén parados, y no porque no haya trabajo, lo hay, pero a veces prefieren no trabajar en determinadas ocupaciones, porque no les gusta, ganan poco... yo qué sé, y seguir viviendo de los padres. Lo digo esto, porque en mi caso, a pesar de estar estudiando, mis padres no tienen para ayudarme en mis estudios, y me he visto obligado a trabajar fines de semana, periodos festivos y estivales, para poder seguir adelante. También, desde aquí agradezco a nuestro anterior Gobierno la labor económica en forma de becas y ayudas al sistema educativo del
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cual me he podido beneficiar, como otros miles de jóvenes como yo, sin la cual hubiera sido difícil poder seguir estudiando, también por el enorme esfuerzo de intentar conseguir, que haya más puestos de trabajo, etcétera. A veces pienso que nos quejamos demasiado de la falta de trabajo, o es que resulta que no luchamos lo suficiente por conseguirlo y nos rendimos antes de hora.
A veces, cuando llegas a la edad de 19-20 años, te das cuenta de que no puedes estar dependiendo de tu familia eternamente, y es entonces cuando empiezas a ver la vida de otra manera, lástima que no todos los jóvenes se den cuenta de ello; con lo bonito que es conseguir tu propio dinero mediante tu esfuerzo y sacrificio personal, de verdad, muchas veces me he sentido orgulloso de ello, y es verdad que cuando eres joven lo que no hagas y luches ahora no lo vas a poder hacer más tarde.
Bueno, jóvenes, espero que esta reflexión os ayude un poco más a decidir para qué estáis en este mundo.-
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