Turbulencias
Los mercados Financieros de todo el mundo entraron ayer en una fase dominada por la incertidumbre y, consecuentemente, por las retiradas de beneficios. El Bundesbank decidió mantener sus tipos de interés y a partir de ese momento se originó una reacción en cadena sólo comprensible por los beneficios acumulados en las últimas sesiones. Los mercados de divisas y de deuda llevaron la voz cantante en ese proceso y las bolsas no tuvieron más remedio que seguir la corriente al dictado.El dólar cayó con fuerza frente a las monedas fuertes y mantuvo en vilo a las llamadas divisas periféricas, al arrastrarlas en los vaivenes que siguieron a los primeros ajustes. La peseta fue una de estas monedas y, aunque mantuvo el tipo frente al dólar, perdió 89 céntimos frente al marco alemán. La rentabilidad en el mercado de deuda subió siete centésimas ante la presión del papel, una cifra que parecía corta frente a los 98 puntos básicos que llegó a caer el precio del contrato de futuros.
Las aplicaciones elevaron en 12.000 millones de pesetas el volumen del mercado que, al cierre, alcanzó los 53.600 millones de pesetas. Madrid cedió un 0,67% y el Ibex 35 el 0,70%.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.