"Madrid es Madrid, ¿se puede decir más?"
Haciendo suyo a la fuerza el refrán que recomienda no desprenderse del sayo hasta el 40 de mayo, el sonero mayor del reino antillano se pasea con la música en la piel y una bufanda a cuadros rojos en el cuello. Madrid le entona el corazón, pero le hiela el cuerpo en esta primavera gélida para quien ha nacido y vive en él Caribe . Siendo niño, -muy niño, allá en su Oriente natal, un bello pueblo de playa al norte de la isla de Cuba, se prometió a sí mismo no emprender camino al otro mundo sin pisar tierra española. Y Madrid tuvo que ser el marco de su último cumpleaños. Aquí "lo celebramos bárbaro", rodeado de sus admirados músicos y muy queridos amigos los Habichuela, Chano Lobato o Santiaguito Auserón, sopló Compay 88 velas para certificar su octogenaria juventud.Pregunta. ¿A qué se debe la invasión de música cubana que hay en Madrid?
Respuesta. Ahora es cuando se está conociendo la verdadera música cubana, la más clásica. Han tardado en darse cuenta de que el son cubano es una música alegre, que encanta entre la juventud.
P. Joven es la mayoría de su público.
R. Sí, en casi todos los lugares que, he cantado ha ido a escucharme gente muy joven. El público de Madrid es muy fanático, en el mejor sentido. Se entrega a lo que está escuchando. Cuando presentamos el disco en la sala Caracol, se quedaron fuera más de 200 personas. Eso sí, dentro hubo hasta asfixiados.
P. ¿Le hubiera gustado conocer esta ciudad con menos años?
R. Nunca es tarde para cumplir un sueño. Disfruto mucho recorriendo mis bares favoritos, esos tan flamencos y taurinos del centro de Madrid, como Casa Patas o la taberna de Los Gabrieles, que para mí es un templo, un homenaje al gran torero Manolete. Auserón me ha prometido que este año no me quedo sin conocer Las Ventas.
P. A Madrid le ha dedicado usted una canción.
R. Madrid me la inspiró, pero se la dedico a España entera. Dice así: "Este son es muy sabroso / porque. me inspiré en Madrid, / para que goce la gente/ y no se olvide de mí. /Trabajo no me ha costado/ en esta tierra bendita amistades -tan sinceras y mujeres tan bonitas./ Cuba y España ¡nunca se engañan!"-. Aunque vine muy tarde a Madrid, viví siempre con la, sensación de conocerla.
P. ¿Y colmó sus expectativas?
R. Las superó, las sobrepasó en el mejor de los sentidos. Madrid es Madrid, ¿se puede decir más?
P. Confiese de una vez por todas cuál es el secreto de su lozanía.
R. Limitarme en todo sin que me falte de nada. Comer, poquito. Beber, sin exceso. ¿Mujeres? Ahí y a no sé cómo explicarme bien. Yo me siento musi calmente atractivo porque soy un creador.
Compay Segundo. Antología. Discos Dro.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.