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Un Casón metido en casa

Una cápsula de tubos envuelve el Buen Retiro para su remozamiento

Una casa encierra un Casón. Oculto bajo un entramado de tubos se esconde desde hace días el Casón del Buen Retiro de Madrid. El edificio barroco atesora lienzos y esculturas del Museo del Prado. Para guarecerlos, sus muros protagonizan la primera experiencia en España de rehabilitación con un andamiaje deslizante de metal que ciñe su perímetro por completo. Desde él será remozada la techumbre con tejas y plomo. El riesgo de que agua, nieve o viento dañen los óleos centenarios que alberga, quedará conjurado. Las obras durarán un año. El museo permanecerá, empero, abierto al público.El cercano Museo del Prado también será ceñido con un revestimiento similar, deslizante y motorizado. En las próximas semanas, tres pórticos móviles lo envolverán y se desplazarán a lo largo de sus doscientos metros de fachada. En dos años, la techumbre será de nuevo emplomada y la iluminación, perfeccionada.

El proyecto de rehabilitación del museo del Casón del Buen Retiro fue ideado por el arquitecto Jaime Tarruel. El andamiaje metálico montado en torno pesa veinte toneladas. Su envoltorio tiene forma de cápsula. Será cubierto con lonas ininflamables. Se yergue casi treinta metros de altura sobre las calles de Alfonso XII. y Felipe IV. La parte superior del entramado. podrá deslizarse sobre unas vías instaladas a unos veinte, metros del suelo. Ello permitirá su despliegue, hasta cien metros, a medida que la obra avance. Un equipo de quince arquitectos e ingenieros ha aplicado el proyecto, ganado en concurso hace más de un año en litigio con empresas alemanas, británicas y francesas. Ha sido fabricado con aceros especiales por la empresa RESA, que rige el ingeniero Francisco Ríos.

El edificio a rehabilitar es un palacio barroco ideado por Alonso de Carbonell en 1637, construido entre esa fecha y 1701. El palacio es propiedad del Estado español por incautacióndes de 1868. Cuenta con una bóveda decorada por Lucas Jordán, por encargo del rey Carlos III. Un ciclón destruyó en 1886 parte de la fachada principal, que da a la calle de Felipe IV, y fue reconstruida por el arquitecto burgalés Ricardo Velázquez Bosco, autor del palacio de Cristal del parque del Retiro. El Casón albergó el Gernika y 63 dibujos de Pablo Picasso, desde octubre de 1981 hasta su traslado al Museo de Arte Reina Sofía, el 26 de julio de 1992. Sobre su hueco se exhibe el lienzo Fusilamiento de Torrijos y de sus compañeros, de Gisbert, joya del siglo XIX. Hoy de sus muros cuelgan también telas de Sorolla, Los Madrazo, Muñoz Degrain y Vicente López, así como codiciadas esculturas. Es el principal museo de España de pintura del siglo XIX. Por ello, aseguran los técnicos, su protección vale la pena.

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