"Juanmas Chiquitins ha hecho que pierda mi identidad"

Juan Manuel Ibáñez (33 anos) se ha convertido en el realizador más popular de la televisión. Es un caso atípico. No sale en pantalla, pero todo el mundo habla de él. Su primer contacto con un estudio de televisión fue en el informativo Buenos días de TVE. Pasó por el concurso Saque bola, en Canal Sur, y se incorporó a Tele 5 desde su fundación, hace seis años y medio. Después de más de mil transmisiones de Telecupón maneja los mandos del control de Esta noche cruzamos el Mississippi. Es Juanmas Chiquitins y así figura en los títulos de crédito. Desde que Pepelu le adjudicó este nombre, el realizador confiesa haber perdido su identidad.Pregunta. Su nombre ha pasado a ser el emblema del programa, especialmente en el lenguaje popular ¿Cómo valora este fenómeno?

Respuesta. Resulta divertido. Es la prueba de que el programa tiene repercusión social. Habíamos jugado a repetir frases como "no siento las piernas", para llegar al público, que fueron asumidas rápidamente. Ahora lo que funciona es "Juanmas, Chiquitins, pónmelo". El efecto ha sido de tal calibre que incluso en la cadena he perdido mi verdadero nombre.

P. La popularidad suele estar reservada a los presentadores, no a los realizadores.

R. Mi caso es paradójico. Cuando el público llega al plató quiere conocerme. Intento esconderme porque no estoy acostumbrado a estos avatares, pero es una experiencia interesante. La única manera de que se conozca la figura del realizador es que intervenga en el programa. Chicho Ibáñez Serrador y Daniel Écija dialogaban con el presentador.

P. ¿Por qué han importado la fórmula?

R. Al principio teníamos problemas para dar entrada a los videos. Carlos Iglesias (Pepelu) propuso la fórmula y posteriormente fue inco rporada por los guionistas a los diálogos.

P. A veces da la impresión de que hay descoordinación entre ústed y Pepe Navarro.

R. Navarro tiene su particular forma de ver las cosas. La información entre el control y el estudio se transmitía a través del regidor y llegaba retardada. Ahora hemos eliminado ese paso y me comunica directamente los cambios hablando a cámara. Los diálogos son una pequeña complicidad entre nosotros.P. Pero no es frecuente que un presentador intervenga en la realización.

R. Hasta que empezamos a conocemos tuvimos nuestras fricciones. Navarro es el presentador y también el director, pero no asume la realización ni se mete en mi trabajo. Establecemos un diálogo y el espectador lo sabe. Todo está perfectamente estructurado.

P. ¿Hasta dónde llegan los riesgos del directo?

R. El directo es la auténtica televisión, al igual que en la radio. Hacemos el programa sobre la marcha. Sólo nos falta tener las audiencias al instante, como ocurre en la televisión norteamericana.

P. ¿Un programa como El Mississippi permite innovaciones en el campo de la realización?

R. Nos permitimos pequeñas licencias, con movimientos más bruscos de cámara y una iluminación con luz no frontal, técnicas que no son habituales en la televisión comercial. Pero la realización debe ser de servicio. No hay espacio para la creatividad. Las cadenas tratan de hacer productos que lleguen al espectador de manera sencilla. Se puede hacer una estética más avanzada, pero esto está reñido con la televisión comercial.