Mijatovic amarga el adiós de Suker.
Más de 62.000 personas acudieron a su despedida. Pero Suker no pudo elegir un día más malo para irse de Sevilla. El Valencia y su ex compatriota Pedja Mijatovic le amargaron su adiós ante el sevillismo. La derrota deja al equipo andaluz haciendo cuentas hasta el final de la Liga y al Valencia esperando un fallo de los de Gil. El montenegrino hizo un encuentro redondo que seguro que Suker le hubiera cambiado. Marcó dos goles, le hicieron dos penaltis -falló uno- y mantuvo a su equipo vivo pese a jugar con dos menos durante la última media hora.El croata, sacado a hombros del Sánchez Pizjuán tras repartir camisetas a la afición, dejó, no obstante, algo para la retina de los que le despidieron ayer con pancartas de "Davor, te queremos.". Su gol, que dió esperanzas al Sevilla, fue espectacular: control y vaselina sin dejar botar la pelota. El partido fue raro, emocionante y convulso. El Sevilla dispuso de más y mejores ocasiones. El árbitro enrareció un partido que no era violento con 14 tarjetas amarillas y tres rojas. Pero el Valencia, que no pierde en Sevilla desde hace cinco temporadas, demostró su situación en la tabla y desarrolló una habilidad especial llegar hasta el gol.
Fue sin duda Mijatovic, el mejor jugador de la Liga, el que marcó la diferencia. Todas sus acciones se midieron con peligro. Silenció el estadio -ayer había que callar a más de 60.000 gargantas- en tres momentos claves. Primero cuando con el Sevilla disponía de las mejores ocasiones y el regate del montenegrino a Monchi acababa con el el balón en el punto fatídico y el 0-1 en el marcador. Más tarde, con el Valencia jugando con nueve, cuando resolvió con un sólo toque (0-2) un envío de Otero. Finalmente, con el Sevilla volcado (1-2 en el marcador), cuando sacó en un mano a mano que inicialmente ganó Monchi, un segundo penalti favorable a su equipo, su único lunar.
