"El público de Madrid valora a los artistas"
Llegó a España como cantante de Anacaona, una orquesta cubana formada exclusivamente por mujeres. Le salió un contrato de trabajo y se quedó en Barcelona, donde vive desde hace cinco años y tiene su propio grupo. En Madrid, ha actuado en la fiesta de Canal + con Cachao y Andy García, en la presentación de un libro de Guillermo Cabrera Infante y en un céntrico local que la acogió para una temporada de boleros. Tras Me debes un beso, nacido de una frase que le dijo a su madre, Lucrecia acaba de publicar un disco titulado Prohibido. "Por tantas cosas que se prohíben en la vida. Lo único que debería prohibirse es la intolerancia".Pregunta. Parece ser que el disco está sonando en Cuba.
Respuesta. Se escucha en la radio, aunque no se va a vender si no lo fabrican en vinilo. Hoy no puede ser es el tema que está en segundo lugar en el hit parade. Quiero presentarlo en La Habana.
P. ¿Es cierto lo del ambiente cubano en Barcelona?
R. Niño, hay una cantidad de bares y discotecas cubanos que yo no sé. Nos reciben muy bien, porque si una persona te escucha el acento latino y tú le dices que eres de Cuba, entonces ya está. Al principio vivía en Sants y aquello es como La Habana Vieja. Un barrio entrañable con la gente en rulos, en bata de casa, con chancletas por la calle. De verdad que el primer día que salí y vi a una señora que llevaba así la basura, yo me horroricé. ¿Dónde estoy? Yo, que estaba acostumbrada a ver a las muchachas y a las señoras mayores todas muy arregladas.
P. ¿Hay alguna diferencia entre el público de Barcelona y el de Madrid?
R. Sí, muchísima. A mí lo que me roba de Madrid es la gente. Me gusta su manera de ser, que es muy abierta. El público respeta y valora a los artistas. Quizá por esa cultura que tienen de tantos bares y cafés con actuaciones musicales. En Barcelona pasan un poco más.
P. Lucrecia, usted estudió con la recientemente fallecida Isolina Carrillo, autora de Dos gardenias, que aquí popularizó Machín.
R. Iso siempre nos daba muchos ánimos a todos. Cuando yo la conocí, me dijo: "Tu, hija, olvídate de la gente, porque la gente siempre va a criticar. Sé tú misma, caiga quien caiga".
P. ¿La música de baile es igual que la salsa?
R. En Cuba no se baila en pareja, como se bailaba antes y como en la salsa. Ahora todo el mundo baila suelto, con un movimiento trepidante. Es una música muy fuerte, y es la evolución también que ha tenido el pueblo cubano: somos cada vez más guerreros, más sofocadores.
Lucrecia actúa a las 22.00 en el Café Central hasta el 12 de mayo.
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