Disconforme

Quiero expresar mi disconformidad con la organización y trato al público recibidos en la exposición sobre Francisco de Goya realizada por el Museo del Prado. Mi actividad profesional es la de profesora de dibujo y pintura en un ayuntamiento de la Comunidad de Madrid, impartiendo clases en los talleres patrocinados por el mismo. Como actividad incluida en los talleres planifiqué una visita a la exposición sobre Francisco de Goya, para lo cual traté de contactar telefónicamente con el museo; pero unas veces el teléfono comunicaba, otras conectaba una grabación en la que se mencionaban los descuentos para grupos, o, simplemente, nadie atendía al teléfono.A la vista de que la tan publicitada organización de la exposición no funcionaba en absoluto, decidí acudir personalmente el día 5 de abril, festividad de Viernes Santo, para realizar las gestiones que telefónicamente no había conseguido efectuar. Ante mi sorpresa, y la de otros muchos visitantes (en su mayor parte venidos de fuera de Madrid para visitar la exposición), ésta estaba cerrada, sin ningún tipo de cartel o aviso, en un día señalado por su carácter no laborable como idóneo para este tipo de actividades culturales, ya que los museos, en general, descansan los lunes, para facilitar el acceso a las personas cuya actividad laboral no les permite otro momento que los días no laborables.

El día 20 de abril acudí a la exposición con un grupo de 30 alumnos, portando una carta del ayuntamiento que patrocina los talleres, con los sellos y firmas pertinentes, para acreditar nuestra condición de grupo. La primera sorpresa fue el descubrir en taquilla que esta exposición no tiene descuento para grupos, y la segunda y más fuerte fue la comunicación por parte de los empleados que vigilan la exposición de que "se prohibía dar cualquier tipo de explicación técnica o histórica sobre los cuadros expuestos por orden expresa de la dirección". Creo sinceramente que esa orden constituye un atentado a la libertad de expresión, que, afortunadamente, es un derecho que la Constitución reconoce a todos los ciudadanos.

El sincero objetivo de esta carta es el de que actuaciones tan nefastas como las efectuadas en la exposición sobre Francisco de Goya no empañen el prestigio de la que para orgullo de Madrid y de España puede considerarse la mejor pinacoteca del mundo.-