Las escuelas de idiomas destierran los sorteos
Se acabaron los sorteos y las largas colas a las puertas de las escuelas de idiomas madrileñas. El Ministerio de Educación ha implantado un sistema de admisión de nuevos alumnos, donde el azar no tiene cabida.La nueva baremación se basa en la proximidad del domicilio del aspirante, su renta anual y su nivel académico. En caso de empate, gana la renta más baja. En el último apartado, reciben tres puntos los estudiantes universitarios, los maestros, los alumnos de enseñanzas artísticas y los de formación profesional, así como los estudiantes de 31 de BUP y COU siempre que quieran aprender un idioma distinto al que tienen en clase. De lo contrario, sólo conseguirán dos puntos.
Los jóvenes que han terminado la enseñanza secundaria obligatoria (ESO) o poseen estudios equivalentes como 2º de BUP o formación profesional grado 1 tendrán dos puntos.
Por último, se adjudica un solo punto a los poseedores del graduado escolar, el segundo ciclo de la ESO y estudios primarios antiguos. Este sistema termina con el método del sorteó.
"Esto es una clara discriminación porque al menos antes tenías la misma oportunidad de entrar que un universitario al ser cuestión de suerte", comentaban ayer algunos afectados a las puertas de la escuela de idiomas Claudio Moyano, de Móstoles (199.000 habitantes). "Las nuevas condiciones son muy elitistas y están hechas para los listos; los demás nos quedamos en tierra", lamentaba un adulto con la primaría terminada.
Según el subdirector general de Centros de Enseñanzas Medias, dependientes del Ministerio de Educación, Vicente Riviere, "se trata de que todas las escuelas oficiales utilicen los mismos criterios para admitir a los alumnos". Riviere reconoció que las enseñanzas de idiomas tienen una finalidad muy específica por lo que "se otorga mayor puntuación a la gente que va a aprovechar mejor esos estudios, pero los demás no tienen por qué quedarse fuera".
El plazo de recogida de solicitudes para cursar idiomas en el curso 96-97 termina el 17 de mayo, a las 13.00.
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