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FÚTBOL INTERNACIONAL

Los 'Toros' ya son finalistas

El Atlético Celaya se clasifica para la final de la Liga mexicana

Centenares de jóvenes de Celaya, muchos con el siete a la espalda, con máscaras dé astados, banderas blanquiazules y acompañados a ratos por acordes taurinos y olés celebraban la madrugada del domingo un acontecimiento excepcional en el fútbol mexicano: el Atlético Celaya, los toros, debutantes en la Primera División, habían goleado 5-1 a los tiburones de Veracruz y alcanzaban la final del Campeonato de Liga que en su última fase se disputa por eliminatorias. Ni Emilio Butragueño, siempre optimista, habría osado hace pocos meses augurar semejante éxito para un club parco en recursos financieros."Suerte, Buitre", deseaba un aficionado a la estrella del equipo. "Nos va a hacer falta toda", apunta El Niño con la boca pequeña. Los toros intentarán el miércoles o jueves cosechar un buen resultado en el pequeño estadio Miguel Alemán, de 17.000 espectadores de capacidad, para terminar la temporada en el Azteca de la Ciudad de, México el próximo fin de semana. El Necaxa, actual campeón y conjunto con empaque, espera. "Es el claro favorito. Clarísimo", comenta el madrileño.

Todo era fútbol el sábado en esta pequeña ciudad agrícola de El Bajío. Cinco horas antes de comenzar el partido, el Miguel Alemán presentaba ya medio aforo. El llenazo fue absoluto para presenciar un encuentro que concluyó a los cinco minutos de la segunda mitad. A partir de ahí, con el 4-1 en el marcador, los toros sestearon.

Y es que todo resultó más fácil de lo habitual para un conjunto habituado a la agonía. Los escualos de Veracruz añadían al empuje del Celaya un reguero de regalos en la zaga impropios de un equipo de Primera. Y de Segunda. Un saque de puerta que no pasó del borde del área fue aprovechado por un solitario Butragueño, que cedió al chileno Richard Zambrano para fusilar a placer. Fue el primer gol al cuarto de hora. Este tanto, tras el clamoroso fallo defensivo, sólo valió para demostrar que hay jugadores que están los 90 minutos atentos al juego, siempre pendientes del lance más absurdo. Butragueño aprovechó ese error fatal y demostró que es de esa estirpe de peloteros que saben jugar sin balón.

A la media hora, un tosco central se traga un balón alto y Zambrano anota de nuevo. La inevitable angustia para el Celaya llegó con el 2-1. Sólo por un minuto. El chileno marcó otra vez antes del descanso. Y a los siete minutos del segundo tiempo, tras un fulgurante contraataque que cazó a contrapié a unos tiburones que se la jugaban, Zambrano sentenció definitivamente. El partido terminó ahí. Y en plena pachanga, Butragueño marcó el quinto rozando el final del choque, su 17º gol de la temporada. El respetable hacía media hora que festejaba la clasificación.

Todos estaban exultantes. Enrique Fernández, el presidente español del club, se deshacía en elogios hacia jugadores, entrenador y afición. El próximo fin de semana este asturiano deseará la derrota del que otrora fuera su equipo, el Necaxa, club que vendió hace unos años para después formar el Atlético Celaya.

Butragueño también irradiaba felicidad. Concluido el choque, los cuatro goles de Zambrano no fueron suficientes para captar los micrófonos de radio y televisión. Salió del vestuario y marchó directo al autocar. El Niño atendió durante una hora a una nube de periodistas. Su padre, también.

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