Brincos en la 'costa' getafense

No nos pasemos de simpáticos:lo de cantarles aquello de "aquí no hay playa, vaya, vaya" es una guasa que ya han soportado en docenas de ocasiones. Son los aficionados al voley-playa, un deporte descaradamente lúdico que en Madrid, a 400 kilómetros de los mares más cercanos, comienza a contar con un sorprendente número de adeptos. Los universitarios, pioneros en importar este genuino invento made in America, celebraron ayer en el campus de la Carlos III de Getafe (144.600 habitantes) las finales del campeonato madrileño, ya en su tercera edición. Aunque faltaran las sombrillas, los puestos de helados, los turistas y, por supuesto, la megafonía escupiendo temas de Jan and Dean y los Beach Boys.Antonio Vos, de 23 años, estudiante de Dirección de Empresas en la, Universidad getafense, es uno de los promotores de estas competiciones. Se le encendió la lucecita cuando comprobó que casi nadie ultilizaba en el campus el foso para lanzamiento de peso. La reconversión se la propuso a los responsables deportivos de la Carlos III, y éstos no se lo pensaron dos veces. "Aquí, en la arena, jugar es aún más divertido que en pista", advierte Vos. "Puede parecer frívolo, pero no lo es. Como sólo son dos jugadores, tienen que hacer todos los gestos técnicos: fintas, colocaciones, remates ..."

Estos tres años, a lo que se ve, han sido tiempo suficiente para que se corriera la voz: en la competición que- concluyó ayer participaron 116, estudiantes de las 11 universidades madrileñas. Algunos evidenciaron un muy alto nivel, caso de los de la Politécnica o las de la Autónoma. Diana Palacios, por ejemplo, bióloga en ciernes de 21 años, se plantó en las finales con técnica y pundonor. "Vamos, vamos", "qué buena, Mari Luz",, "uuuhhh", vociferaba en la cancha. "Éste es un deporte de coordinación y comunicación", explicaba. "Hay que transmitirle emociones al compañero. Si ganas un punto y te quedas con cara de haba, estás perdido"

Los vencedores tendrán ahora la oportunidad de participar en el campeonato interuniversitario de España, convocado para mediados de mayo en Almería. A más de uno le resultará muy complicado. "Para entonces los exámenes ya se sienten demasiado cerca, la verdad", matiza Teresa Núñez, de la organización del torneo. Y los profesores no siempre están por la labor. "Hay que faltar a alguna clase, y eso nunca lo llevan bien",, corrobora Vos.

Claro, que lo de la arena de verdad y la brisa marina siempre da que pensar. Por mucho sol que hiciera ayer en Getafe, el barrio de Las Margaritas nunca será como el Cabo de Gata. "Junto al mar hay otro ambientillo", confirma Palacios.