Interior atribuye el ataque contra Intxaurrondo al 'comando Donostia'

ETA usó un nuevo sistema para lanzar tires granadas tipo Mecar contra el cuartel de la Guardia Civil de Intxaurrondo (Guipúzcoa). Las granadas, que no causaron heridos, fueron lanzadas desde una zona ajardinada y pasaron por encima de los edificios en los que residen más de 1.000 personas. Agentes de la Guardia Civil buscaban ayer en las inmediaciones otros tres artefactos. El gobernador civil de Guipúzcoa, Juan María Jauregui, atribuyó el atentado a un talde (un grupo) del comando Donostia.

El atentado, que se produjo hacia las 23.20 de la noche del pasado jueves, fue perpetrado mediante el lanzamiento con temporizador de varias granadas, de 40 milímetros, al menos una de las cuales no llegó a activarse.Los terroristas colocaron siete dispositivos de lanzadera en los jardines de una urbanización situada en el camino de Julimasene, a unos 450 metros del lugar donde finalmente fueron a caer las granadas tras sobrevolar la autopista Bilbao-Behovia.

Dos de las granadas destrozaron un vehículo Nissan Patrol y un Peugeot 309, mientras que un tercer artefacto cayó en una zona de hierba situada junto a un bloque de viviendas. Un cuarto artefacto no llegó a activarse, debido probablemente a un fallo técnico, y fue desactivado por artificieros de la Guardia Civil.

Impactos en un descampado

A mediodía de ayer, los agentes descubrieron que otras dos granadas habían caído en un descampado ajeno al cuartel, a 50 metros de donde estaban aparcados los vehículos dañados.El comando empleó para llevar a cabo la acción terrorista siete dispositivos de lanzaderas de granadas individualizados y dispuestos en dos filas. La lanzadera estaba compuesta por un bloque de cemento, un asa de hierro para ser transportada, un tubo cilíndrico en el que se inserta la granada y un temporizador.

Según la viceministra de Interior en funciones, Margarita Robles, los autores del atentado fueron probablemente los mismos que hace un mes perpetraron una acción similar contra la Academia de la Ertzaintza en Vitoria, en protesta por la detención de Valentín Lasarte e Idoia Arrieta.

El gobernador civil de Guipúzcoa, Juan María Jáuregui, atribuyó el ataque al comando Donostia de ETA, que todavía mantiene buena parte de su capacidad pese a que el 25 de marzo fueron detenidos dos de sus presuntos miembros (Lasarte y Arrieta). Pero dos de los supuestos activistas del comando, Javier García Gaztelu y Juan Ramón Karazatorre, siguen huidos.

Jáuregui manifestó ayer que el atentado fue perpetrado por tres personas que trasladaron en un coche las lanzaderas de las granadas y las dejaron conectadas a un temporizador antes de darse a la fuga.

Ésta es la tercera ocasión en que ETA atenta contra el acuartelamiento de Intxaurrondo, La vez anterior fue hace 10 años también mediante el lanzamiento de granadas. El gobernador civil, declaró ayer que, pese a las medidas de seguridad con que cuenta el cuartel, todas las personas que residen en él "son conscientes de que son objetivo de ETA". Entre ellos hay unos 400 niños.

El gobernador civil acudió ayer al cuartel de Inuaurrondo, para comprobar los daños, acompañado del general José Pantojo, jefe de la Zona de la Guardia Civil en la que está incluida el País Vasco.

El cuartel de Intxaurrondo, sede de la Comandancia de Guipúzcoa, está envuelto desde hace años en la polémica, sobre todo por las torturas y otras presuntas actuaciones irregulares cometidas por algunos agentes.

El hoy general Enrique Rodríguez Galindo, asesor del director de la Guardia Civil, fue jefe de este cuartel durante más de un (decenio. Actualmente está siendo investigado por los jueces en relación con el secuestro y asesinato de los presuntos etarras José Antonio Lasa y José Ignacio Zabala en 1983.

Izquierda Unida presentó ayer en el Congreso una batería de preguntas dirigidas al futuro ministro del Interior para que éste 'explique si piensa mantener en su cargo a Rodríguez Galindo o adoptar alguna medida cautelar contra él.

Izquierda Unida también quiere saber si Interior "tiene constancia de la financiación con fondos reservados de la Guardia Civil de campañas informativas exculpatorias del general Galindo".