Pujol cree que el nuevo Gobierno "no podrá ser juzgado hasta pasado un año"

El presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, eligió ayer un restringido auditorio formado por 10 intelectuales para expresar su posición de fondo respecto a las negociaciones con el PP y sus perspectivas a corto plazo. El líder nacionalista justificó el apoyo a la investidura de José María Aznar como una oportunidad para que esta versión de la derecha española "demuestre si sabe gobernar". De momento, explicó, Aznar tendrá un plazo de un año para mostrar sus aptitudes. Esta afirmación fue posteriormente precisada por Pujol a la agencia Efe en estos términos: "Ningún nuevo Gobierno puede ser juzgado hasta pasado un año".

En sus declaraciones a la agencia, Pujol aseguró que con el acuerdo alcanzado con el PP su coalición pretende "garantizar la gobernabilidad y, en principio, es para toda la legislatura". "No es para tres meses, seis meses o un año, sino para toda la legislatura", insistió.En su reunión con intelectuales de variadas adscripciones ideológicas, el presidente catalán confesó que hace cinco días fijó la medianoche de ayer viernes como plazo máximo para decidir si había acuerdo. También explicó que uno de los principales obstáculos consistía en que ambas partes iban a tener muchas dificultades para explicarlo a sus respectivas bases. Para superar esta dificultad es imprescindible, argumentó, creer en la bondad del pacto, en las ventajas conseguidas. De ahí que considerara tan importante que el acuerdo tuviera concreciones escritas.

Pujol explicó que, a su modo de ver, la capacidad política y de gobierno de la derecha representada por el PP es una incógnita que necesita uno o dos años para resolverse. Dijo que ojalá aprenda a ser una derecha homologable tan rápidamente como Felipe González aprendió a ser socialdemócrata moderado.

El líder de CiU se mostró convencido de que gran parte de la opinión pública española no entendería que sus 16 diputados no dieran al PP un apoyo similar al que prestaron al PSOE en la legislatura pasada. Uno de los asistentes destacó que la convocatoria de nuevas elecciones en breve plazo podría mover a los grandes partidos a promover una ley electoral de sistema mayoritario que anulara las posibilidades de los partidos pequeños.

Pujol había invitado hace dos semanas a un selecto grupo de intelectuales con la finalidad de escuchar sus opiniones sobre la situación política y la posición del nacionalismo catalán en ella.

Al almuerzo, celebrado en la residencia oficial de la Casa dels Canonges, asistieron Enric Arguliol, rector de la Universidad Pompeu Fabra; los editores Josep Maria Castellet y Xavier Folch; los filósofos Jaume Casals, Pere Lluís Font, Xavier Rubert de Ventós y Josep Ramoneda y los escritores Valentí Puig y Xavier Bru de Sala. Pujol estuvo acompañado por el vicepresidente del Senado, Joan Rigol, y el secretario general de Comunicación, Joaquim Triadú.